Seis años han pasado. Ocurrió en el mediodía del 20 de agosto de 2008. Un avión Sunbreeze MD-82 de la compañía Spanair que cubría la ruta Madrid-Gran Canaria cayó al suelo nada más alzar el vuelo en el otrora aeropuerto de Barajas, actualmente llamado Adolfo Suárez. Fallecieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas. Entre los que corrieron peor suerte, cuatro zamoranos. Toro, Fuentesaúco y Gran de Moreruela recordaron ayer a los vecinos cuyo destino se truncó dentro de aquel amasijo de hierros. Un recuerdo silencioso y en el que todavía pesan algunas sombras sobre responsabilidades e indemnizaciones que no dejan a las víctimas pasar esta página negra de sus vidas.

Familiares y amigos de los fallecidos aquel 20 de agosto se reunieron ayer en el aeropuerto de la capital del país para recordar a las víctimas. Un homenaje en el que no estuvieron representados todos los damnificados. Fue la Asociación de Afectados por el vuelo JK5022 la que organizó los memoriales en Madrid y Gran Canaria, pero en realidad no estuvieron representados todos los afectados. Allegados de los cuatro zamoranos que perecieron en el accidente decidieron ayer recordar a sus seres queridos desde la provincia, sin participar en los actos de homenaje organizados en Madrid y las islas.

Pasado un sexenio desde el accidente, todavía quedan flecos sueltos en la resolución judicial respecto a las indemnizaciones. La Asociación de Afectados por el vuelo de Spanair asegura que casi la mitad de las víctimas del vuelo JK55022 de Spanair todavía no ha recibido su compensación económica. Y es que en la legislación española no existe una norma concreta para fijar el importe de las indemnizaciones por accidente de aviación. Una razón por la cual algunas familias mantienen abierto el capítulo judicial con la compañía aseguradora. De hecho, la Asociación de Afectados ha demandado al Ministerio de Fomento que publique un informe sobre la compatibilidad de los nueve miembros que conforman la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), ya que estos siniestros "tienen muchos intereses".

Tras seis años y una vez cerrada la causa judicial, la compañía aseguradora ha indemnizado a poco más de un 40% de las víctimas por valor de veinte millones de euros. Sin embargo, según los afectados, todavía quedan en torno a 130 familiares por recibir sus compensaciones económicas. Un litigio que impide que los recuerdos anuales, como el de ayer, sean simplemente memoriales. Una disputa que tiene clavada una de las páginas más negras para la provincia de Zamora.