El Colegio de Dentistas de Castilla y León cree que las clínicas odontológicas de capital empresarial desligado de los profesionales, once en la provincia de Zamora, pueden estar buscando más el beneficio económico que la salud del paciente, como demuestra el hecho de que el 80% de las quejas de usuarios estén relacionadas con este tipo de establecimientos. Así lo dijeron ayer en Zamora el presidente de la Junta Provincial, José de Paula Iglesias, el vocal Antonio Celemín, el vocal regional José Luis González Calvo y el asesor jurídico y gerente de la VIII región colegial, José Manuel Cuadrillero.

Entre las malas prácticas detectadas figuran los tratamientos inadecuados que se alargan en el tiempo, costosos y poco eficaces (por ejemplo con la colocación de prótesis), y la falta de garantías para el paciente y de personal cualificado, ya que la atención la hace en primer término un comercial.

Los dentistas ven «con preocupación la agresividad comercial que está adquiriendo la actividad desarrollada por empresas que operan en el sector. Ofertan tratamientos con un precio excesivamente bajo que hacen dudar de los materiales utilizados y de las garantías para la salud del paciente. Los diagnósticos en ocasiones no los están realizando odontólogos colegiados, sino perfiles comerciales, de manera que no son adecuados». Los dentistas «de toda la vida» quieren llamar la atención de los usuarios sobre este tipo de clínicas, ya que precios que inicialmente pueden ser atractivos a la larga resultan más caros. Admiten que muchos profesionales jóvenes no tienen otro remedio que trabajar para estas franquicias, a veces como mileuristas, dada la dificultad de empezar de cero e instalarse por su cuenta. De hecho, señalaron, en los últimos cuatro años no se ha instalado un solo dentista con consulta propia nuevo en Zamora.