En plena Semana Europea de la Movilidad, los colectivos de ciclistas de la capital se están moviendo para conseguir una ciudad más agradable para el medio ambiente y en la que vehículos, peatones y bicicletas puedan convivir en perfecta armonía sin las clásicas discusiones sobre la preferencia de paso en cada calzada o intersección.

A día de hoy, Zamora cuenta con alrededor de 20 kilómetros de carril bici, a falta de contabilizar de manera exacta los que están pendientes de finalización, como el que circulará por el puente nuevo de Olivares. Esta cifra, una de las más bajas de la comunidad, trae de cabeza a quienes gustan de salir a pedalear por la capital y se encuentran a diario con la insolencia de quienes conducen vehículos a motor o peatones que desconocen que algunas vías pueden ser también utilizadas por las bicicletas.

Fernando Mesonero, presidente de la Asociación de Amigos de la Bici de Zamora, cree que es posible una solución «conveniente para todos y con un coste bajísimo o nulo, en función de cada iniciativa». Mesonero afirma que «es necesaria la comunicación entre los diferentes sectores interesados, que son muchos», como los propios ciclistas, el Ayuntamiento o las asociaciones de hostelería y comercio. «Con un poquito que pongamos cada uno, las ventajas para la ciudad son innumerables y ganaríamos todos», explica.

Entre las iniciativas que propone esta asociación, se encuentra la de unir los diferentes ramales de la obra del puente nuevo para conectarlos con accesos también para bicicletas. «Se ha conseguido compartir un carril para peatones y ciclistas, menos es nada, pero todavía se pueden mejorar muchas cosas a coste cero si se propone», considera el presidente.

Otra de las ideas es aprovechar las mejoras en las calzadas para habilitar un pequeño espacio de carril bici. «La carretera de Almaraz, por ejemplo, que va al Corazón de María, con un poquito de tramo que le resten a la carretera y un poco de pintura, quedaría perfectamente circulable para los estudiantes que quisieran ir hasta allí en bicicleta», sostiene.

Con pequeñas y baratas iniciativas, se pueden conseguir grandes avances. Esa es la principal idea con la que trabajan los colectivos ciclistas de Zamora, conscientes de que la situación actual no permite dispendios económicos. Sin embargo, no se resignan y seguirán «buscando soluciones para que la ciudad no se quede atrás en esta materia», sentencia Mesonero.