El Estudio sobre los Mapas Estratégicos de Ruido de las carreteras de la Red Regional de Castilla y León señala un tramo de dos kilómetros, desde la rotonda de la carretera de Moraleja del Vino hasta Zamora capital, como el que más tráfico soporta de la provincia, con una media de 8.219 vehículos de intensidad diaria.

Todo el trazado se realiza sobresuelo interurbano, con una tipología de edificios cercanos a la vía que varía entre construcciones industriales, casetas agrarias y edificios residenciales aislados, mientras que el estudio destaca la ubicación del Monasterio de la Ascensión como punto de máxima habitabilidad en el entorno.

De los cinco niveles de ruido fijados por el estudio, Zamora soporta el nivel II (Área levemente ruidosa ) durante el día, mientras que por la noche la intensidad baja un escalón y convierte la zona en Área de silencio, que supone rebajar el nivel hasta el último escalón, el de tipo I.

La velocidad máxima permitida en el tramo a estudio es de 90 kilómetros por hora, aunque la presencia de una rotonda hace que la velocidad disminuya hasta los 40, un hecho que junto a la capa de rodadura, constituida por una mezcla bituminosa, hace que el ruido se reduzca de forma notable.

El estudio valora de forma negativa que tanto Zamora como el resto de provincias de la región afectadas por alta intensidad de vehículos, no tengan adaptado su reglamento a las exigencias establecidas en la ley autonómica, y se regule por la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones de julio de 1997.

El reglamento, se pronuncia el estudio, «no ha sido adaptado en cuanto a valores límites en el exterior de nuevas zonas urbanizadas se refiere, y no se contempla la exigencia de elaboración de mapa de ruido, si bien define la declaración de los tipos de zonas acústicas», explica.