La zamorana Lucía Falagán acaba de publicar su segundo libro de relatos infantiles titulado «Duende eslabón» escrito en castellano y en inglés.

-¿Cómo surgió esta publicación infantil?

-Nace un poco como continuación de mi primer libro titulado «Los duendes». Está relacionado con este primer libro, aunque no resulta imprescindible haber leído el primero para comprender el segundo, que tiene como hilo conductor a los duendes.

-¿La elección de los duendes es casual?

-Me encantan, ya que tienen un misterio y un encanto. Al tratarse de entes que no existen tampoco ofenden a nadie, por lo que me ofrecen una mayor libertad para expresar lo que quiero decir. En esta ocasión la trama del libro, «Duende eslabón», versa sobre los distintos eslabones que tenemos las personas, puesto que si uno no funcionan bien la cadena cojea. En ese caso el duende no tenía amigos porque pensaba en él mismo y se sentía muy triste, finalmente cultiva la amistad y el altruismo. Para mí resulta fundamental que haya un trasfondo en la historia. Me parece importante formar a los niños cuando leen algo que es divertido.

-El relato aparece publicado en una doble edición en castellano y en inglés, ¿por qué?

-Dado que muchos niños tienen el Inglés como su primer idioma extranjero e incluso algunos escolares son bilingües. Creo que los menores pueden divertirse leyendo tanto en castellano como en inglés.

-¿Se encargó usted de realizar la traducción?

-No, puesto que he comprobado que no puedes encargarte tú sola de todo en un libro. Le pasé el cuento a una traductora que tradujo mi creación a Inglés. Ha habido muy buena sintonía con la profesional que ha realizado una traducción libre con la que estoy de acuerdo.

-¿Qué papel juegan las ilustraciones tanto en el interior como la portada?

-Ha sido una propuesta consensuada con la editorial. La ilustración de Leo Pozo son unos duendes que forman una cadena, ya que quería que se viera que cada uno de nosotros somos piezas de una gran cadena. Este ilustrador también se encarga de los dibujos que aparecen en el interior del libro. Él ha apostado porque sus dibujos apoyen mis palabras.

-Dada la situación actual, ¿ha sido complicado que este segundo volumen viera la luz?

-No. He trabajado con más personas, pero ha sido un proceso muy rápido. Lo edita Círculo Rojo, aunque consulté a varias firmas. Creo que el paso de la edición es lo más complicado del proceso de la escritura.

-Esta publicación la dará a conocer?

-En la biblioteca municipal de San José Obrero el próximo miércoles día 18 al mediodía ante niños. Los responsables del centro me han abierto las puertas y se lo agradezco. Con mi primer libro no hice presentaciones, pero me he dado cuenta de que un libro es un trabajo de muchas personas.

-¿Cree que es una labor que a veces pasa desapercibida?

-Desde luego. Hay un gran esfuerzo tras cada publicación. La gente dice que los libros son caros y ese pensamiento lo compartía yo cuando era solo lectora. Ahora que también soy escritora he comprobado que los libros son baratos para todo el trabajo que hay tras de él. Si miras el trabajo del escritor y de todas las personas que hay alrededor, hay muchas horas.

-¿Ya está escribiendo su tercer libro?

-Sí, ya he comenzado. Me gustaría intentar publicar cada año un libro. Tengo la idea de hacer una colección sobre duendes y posteriormente cambiaré de personajes. He apostado por la literatura infantil porque me encanta, es natural y espontánea. Creo que me apasiona porque tiene todo aquello que perdemos cuando nos hacemos mayores.

-¿Qué le aportan los cuentos?

-Es una gran ilusión y una manera de divertirme y de expresar todo lo que quiero porque mi fantasía vuela libremente. Me encanta escribir para los niños, ya que te dicen lo que les ha gustado y lo que no con total sinceridad.

Zamora

Estudió Filología Germánica e Hispánica en la Universidad de Salamanca y en la Autónoma de Madrid. Ha vivido y trabajado muchos años fuera de España, aunque desde hace un lustro ha vuelto a fijar su residencia en su tan añorada Zamora. Gran aficionada a la lectura. Escribe relatos desde que era pequeña, primero para leérselos a su hermana y, posteriormente, a su hijo. Ahora acaba de publicar su segundo libro de cuentos para niños.