La Guardia Civil, a través de su director, ha solicitado la expulsión del agente zamorano Juan Carlos Toribio de la Agrupación de Tráfico durante un mínimo de dos años, además de una sanción de seis meses y un día de empleo y sueldo. Esa es la respuesta ante el expediente abierto en su contra tras aparecer en televisión denunciando unos pasos de peatones ilegales en calidad de voluntario de la Asociación Mutua Motera, no de agente de la Guardia Civil.

En principio, el instructor de dicho procedimiento había propuesto una sanción de tres meses de empleo y sueldo por una falta grave. Sin embargo, el director de la Guardia Civil, en vez de ratificar esa sanción «ha ordenado la recalificación de los hechos como falta muy grave», según denunció la Asociación de la Mutua Motera de Zamora, quien asegura que con la petición de suspensión de dos años para Toribio «tanto el director general como determinados mandos del cuerpo y algunos responsables del Ministerio de Fomento, se librarán de un funcionario público que les exige algo tan simple como cumplir con la ley y que le dejen cumplirla, para conseguir algo tan básico como garantizar la seguridad de los ciudadanos».

No es la primera vez que Juan Carlos Toribio se enfrenta a un expediente en su carrera. La Asociación de la Mutua Motera recuerda que ha sido ya sancionado «por denunciar el mal estado de las carreteras, por denunciar que determinadas administraciones incumplen la ley diseñando y conservando mal las carreteras, por denunciar que esto también provoca accidentes que se podrían evitar y por denunciar que existe una orden ilegal dentro de la Guardia Civil de Tráfico que impide a los agentes denunciar el mal estado de estas vías, limitándolos a poder realizar algunos informes que suelen tener un fin improductivo», enumeraron.

Con esta última solicitud por parte del director de la Guardia Civil, Juan Carlos Toribio lamenta que «de nuevo se retome el expediente y vuelvan a tomarme manifestaciones. Es un paso hacia atrás, con todas las molestias que ello conlleva», asegura el agente zamorano, destinado en la localidad de Fraga, en Huesca.

Con todas estas circunstancias, la asociación motera zamorana indica que «todos los informes psicológicos emitidos con relación al estado actual de Juan Carlos Toribio califican la situación como de acoso laboral». A este respecto, el propio afectado reconoce que «todos los indicadores apuntan a una actitud de acoso» y pone como ejemplo que se le ha negado la posibilidad de impartir formación «de manera totalmente altruista, mientras que a otros guardias sí se les permite, porque así lo recoge la ley, que existe esa compatibilidad con un máximo de 75 horas, así que ahora no puedo dar charlas en los colegios en mi tiempo libre», lamenta, recordando al tiempo que «con los anteriores jefes lo podía hacer sin ningún tipo de problema».

Ante toda esta situación, la Asociación de la Mutua Motera de Zamora califica de «sorprendente» que tanto ella como Toribio «sean objeto de constantes ataques, críticas y boicots por parte no solo de determinadas administraciones, sino también de algunos sectores industriales e incluso determinados grupos editoriales del mundo de la moto», denuncian.

Por todo ello, esta asociación asegura que «fiel a sus principios» no cejará en su labor de defensa y lucha por los derechos de los motoristas «y mucho menos permitiría que un servidor público ejemplar como Juan Carlos Toribio y su familia queden desamparados ante determinados intereses».