A medida que pasan los días se conocen más víctimas del «tirador» de La Marina. Ya son cinco las personas que han sufrido los disparos de perdigón desde la ventana o terraza de alguno de los edificios situados en la avenida de Portugal. El último de los casos que ha trascendido sucedió en la madrugada del sábado al domingo, cuando un balín impactó en la oreja de una joven, que tuvo que solicitar el servicio de emergencias sanitarias del 112.

Después de conocerse las agresiones a varias personas durante la semana, la Subdelegación del Gobierno advirtió de un total de cuatro denuncias, con un último caso la madrugada del sábado, aunque sin mayores consecuencias. De ese incidente era protagonista una chica que abandonaba uno de los bares de La Marina a las seis y media de la mañana cuando «noté un fuerte dolor en la parte de atrás de la oreja derecha y le pedí rápidamente a mi novio que mirara para ver si me pasaba algo», explica esta joven.

Cuando el chico procedió a explorar la zona advirtió que su novia tenía alojado un balín en la oreja. «Llamamos al 112 para que me atendiera», relata la agredida, que acudió con posterioridad a Urgencias para someterse a varias pruebas y descartar mayores daños. Sin siquiera esperar al día siguiente, la pareja se personó en la Comisaría de Zamora, donde le informaron de otras dos denuncias la noche anterior por los mismos hechos y en un emplazamiento idéntico.

Sobre la posible ubicación del «tirador», la joven descarta hacer pronósticos, porque «no tengo ni idea». De hecho, la chica identificó la agresión una vez que el perdigón se le incrustó en la oreja, ya que «sólo mi novio sintió el ruido del disparo». Tras conocer el caso del niño que una semana antes había recibido el impacto de un perdigón en la espalda, la zamorana advirtió que su caso «fue en el mismo lugar».