La propietaria del quiosco situado en la plaza de Castilla y León tuvo que ser auxiliada por ciudadanos que paseaban por la calle cuando su ex pareja la abordó en el negocio que regenta, la agredió y tiró al suelo, además de causar daños al establecimiento. La colaboración de los peatones impidió que las lesiones que sufrió la joven fueran de mayor entidad y permitió que la Policía Nacional pudiera detener al agresor, para quien la Fiscalía exige nueve meses de prisión por un delito de violencia de género, dos años de alejamiento y otros tantos de privación de tenencia de armas. El abogado de la víctima de maltrato exige para el procesado un año de cárcel, dos de alejamiento y cinco años sin derecho a tener y portar armas.

La agresión se produjo cuando el procesado de violencia de género se dirigió al negocio de la mujer e intentó entrar sin conseguirlo, ya que, aunque llegó a empujar a la víctima, ésta pudo cerrar con llave la puerta trasera del quiosco, de acuerdo con la acusación que formula el fiscal. De inmediato, el hombre dio la vuelta al establecimiento y, al no haber otra puerta de acceso, rompió el cristal de la ventana y penetró por el hueco que quedó libre. La joven tuvo tiempo suficiente para poder salir del interior del quiosco, seguida de su agresor, que, tras perseguirla alrededor del mismo, logró darle alcance para agarrarle por el brazo y retorcérselo. Ella logró zafarse de su ex pareja, pero volvió a conseguir cogerla por el brazo, retorcérselo y tirarla al suelo mientras la insultaba. Le provocó lesiones en una rodilla y contusiones en la extremidad. La mujer logró finalmente llamar al servicio de emergencias 112. Las mujeres víctimas de maltrato pueden obtener ayuda en el 016. -