El Banco de España en Zamora es la única sucursal del país que carece de uso en la actualidad y que ni siquiera tiene definida una utilidad en firme. De la treintena de sedes bancarias cerradas hace ocho años, sólo la capital permanece sin destino después del anuncio por parte de la ministra de Cultura de que Soria, la que hasta el momento se encontraba en la misma situación de Zamora, será la sede del Centro Nacional de la Fotografía y el Paisaje.

Una decena de las sucursales cerradas en 2002 se ha convertido durante los últimos ocho años en delegaciones de Economía y Hacienda, caso de Ávila, Cuenca, Guadalajara, Lérida, Lugo, Segovia, Almería, Cáceres, Córdoba y León. Mientras, otras han pasado a ser las nuevas sedes de la Subdelegación del Gobierno, circunstancia que comparten ciudades como Castellón, Cádiz, Gerona o Burgos, esta última, compartiendo edificio con el Instituto Nacional de Estadística. En algunos casos como los de Granada, Soria, Teruel, Santiago de Compostela, Vitoria o Huesca, los edificios se han permutado por otros inmuebles con la Dirección General del Patrimonio del Estado que ha pasado así a ser su propietario.

El 18 de noviembre de 2002 se suscribió un protocolo de actuaciones concertadas en materia inmobiliaria entre el Ministerio de Economía y Hacienda y el Banco de España que preveía que este último abandonase a lo largo de tres años una treintena de sucursales en capitales de provincia de España. Estos edificios, de alto valor arquitectónico, fueron adquiridos por la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa), una mercantil compuesta al 100% por capital público procedente de la Dirección General de Patrimonio del Estado. La adquisición se produjo entre 2003 y 2005 previa valoración con referencia a los precios de mercado para que, una vez rehabilitados, se destinaran a usos de la Administración General del Estado.

El destino definitivo de los edificios se decide por la Dirección General del Patrimonio del Estado, que se lo comunica a Segipsa. Todos los inmuebles en los que esta sociedad ha recibido instrucciones de llevar a cabo actuaciones de rehabilitación lo ha sido para ubicar los mismos servicios territoriales de la Administración General del Estado, en la mayoría de los casos, delegaciones de Economía y Hacienda, gerencias territoriales del Catastro y servicios territoriales integrados en muchos casos en las subdelegaciones del Gobierno.

Mientras tanto, Zamora se encuentra a expensas de una solución definitiva que permita que el edificio ubicado en la plaza de Cristo Rey deje de estar inutilizado. Muchas son las propuestas que se han barajado en los últimos años: desde una posible sede para el legado de Baltasar Lobo hasta la sucursal de la Cámara de Comercio pasando por un Museo del Vino, el Museo de Semana Santa y, por último, un centro de cultura contemporánea que ha planteado como posible proyecto a estudiar el artista zamorano Antonio Pedrero.

Después de que ayer los socialistas solicitaran una comisión extraordinaria de Cultura donde plantear «un debate serio» sobre el destino del edificio, el concejal del área, Luis Javier Alonso, puntualiza que «el Ayuntamiento no puede plantear ningún proyecto en un edificio que no es de su titularidad así que la responsabilidad es del Estado», recuerda el edil. Eso sí, deja muy claro el respaldo del equipo de Gobierno a la última propuesta de convertir el edificio en un centro de arte contemporáneo internacional. En cualquier caso, «que actúe al que le compete», subraya Luis Javier Alonso.