Tan solo dos centros infantiles de la provincia tienen sus instalaciones y su plan curricular adaptados a la nueva normativa que exige la Junta de Castilla y León, a instancias del Gobierno central. 16 guarderías zamoranas aún no han solicitado ningún tipo de autorización a la Consejería de Educación, por lo que la administración está a la espera de que los centros busquen las fórmulas para cumplir la ley.

La normativa, publicada en febrero de 2008, daba de plazo dos años a las guarderías para que sus espacios, sus trabajadores y el plan de estudios que han de seguir con los alumnos estén dentro de la ley aunque, según confirman fuentes de la Consejería de Educación, «entendemos que no es en febrero de este año cuando haya un punto de inflexión, sino que se establecerá cuando acabe este curso». La Junta entiende febrero como mitad de curso, por lo que no se va dejar alumnos fuera de las guarderías durante el periodo lectivo.

No obstante, y debido a los contactos «permanentes» que la Consejería mantiene en la actualidad con la Asociación Regional de Escuelas Infantiles, la Junta «tiene en cuenta» la naturaleza de las adaptaciones que las guardería tienen que realizar, «que es un tema complejo, por lo que no se trata de cerrar centros, sino de flexibilizar los periodos y facilitar el tránsito de una situación a otra», se posicionan desde Educación.

El cambio que ha puesto en marcha el Ministerio de Educación tiene como objetivo que la escolarización de 0 a 3 años deje de ser tan solo asistencial para convertirse en curricular, por lo que los centros tendrán contratar a profesionales con el título de maestro con la especialidad de Educación Infantil, el título de grado equivalente o la capacitación de Técnico Superior en Educación Infantil.

Entre otras normas de obligado cumplimiento, las guarderías (que una vez que realicen el cambio pasarán a denominarse Centros Infantiles desapareciendo la antigua denominación) han de contar con un patio exterior de juegos, exclusivo del centro, que cuente con una superficie mínima de 75 metros cuadrados. Además, tendrán que disponer de una sala por cada unidad educativa, de dos metros cuadrados por cada puesto escolar y un espacio dedicado a usos múltiples de, como mínimo, 30 metros cuadrados.

Aunque solo queda un curso por delante para cumplir la norma, desde las guarderías zamoranas reconocen una «parcial adaptación», mientras que otras se lamentan de que «en Zamora no exista una asociación que vele por los derechos de estos centros, porque en ocasiones nos vemos sin información y sin un grupo que pueda hacer presión por nuestros intereses comunes», se lamentan los responsables de varias guarderías de la capital. Muchos de los centros zamoranos no tienen patio de recreo, son de una única sala y tampoco disponen de los metros cuadrados necesarios para cumplir con las disposiciones legales.

A pesar de las «facilidades» que la Junta quiere prestar a los dueños que regentan estos centros para que se adapten a la normativa, desde la administración son contundentes, «todos van a a tener que cumplir lo que dice la ley y estar dentro de la normativa que tiene vigor en la actualidad», señalan fuentes de la Consejería.