Con ilusión, optimismo y confianza plena en su plantilla. Así afronta el entrenador del Zamora CF este nuevo año que acaba de comenzar y que coincide con el inicio de la segunda vuelta del campeonato, este próximo domingo en Miranda de Ebro, localidad a la que acudirá el equipo para enfrentarse al filial rojillo.

El cambio de año no ha hecho variar el pensamiento de Miguel Losada quien está convencido de que su plantilla, si mantiene el rendimiento que ha mostrado hasta el momento, está capacitada para asaltar la zona de playoff que ahora mismo tiene a cinco puntos, aunque también es consciente de que la plaza a ocupar es la cuarta, ya que la tercera se encuentra a 14 puntos, una distancia que, aunque no es imposible, sí es muy difícil de salvar. Por eso el «enemigo» a batir es en estos momentos el Unionistas de Salamanca, donde están con la mirada puesta en el mercado de invierno para fortalecer un grupo que, aunque sí es cierto que solo ha perdido un encuentro en esta primera mitad de Liga, ha acumulado 9 empates, lo que les ha hecho perder fuelle con el liderato que ahora ostenta el Cristo Atlético, seguido de la Segoviana y del Atlético Astorga. Frente a esto, en el Zamora CF tampoco descartan la llegada de un nuevo jugador aunque «solo si va a suponer un aumento de nivel en el grupo, porque no puede ser fichar por fichar», comentó el técnico quien dejó claro, no obstante, que «estoy más que satisfecho con mis jugadores y creo que si continúan en la misma línea pueden cumplir el objetivo».

Desde la directiva tampoco se niega la opción de ampliar el vestuario y la prioridad que se baraja, y así se ha trasladado al director deportivo es la de un delantero que ayude a mejorar la efectividad de cara a gol. Por eso en los próximos días se analizarán los informes elaborados y se verá si se llega a algún acuerdo con alguno de los candidatos que hay en estos momentos sobre la mesa.

Con estos propósitos, el club rojiblanco afronta 2017 en un buen momento anímico y dispuesto a dar guerra. La plantilla regresará hoy al trabajo con una planificación habitual, y a la espera de evaluar el estado de los jugadores aunque el míster sí confirmó que todos habían llegado en forma después de las vacaciones. Ahora las miradas se centran en Saúl, que tras superar un esguince en un ligamento de la rodilla sufre un edema que le impide trabajar con normalidad. En el cuerpo técnico aún no saben si el defensa podrá unirse al resto del grupo ya que la pasada semana, durante los dos entrenamientos que se celebraron, trabajó en solitario. También esperan la evolución de Tomás Calvo, con un proceso gripal, mientras que Sergio Barbero se incorporará al grupo tras pedir permiso por un viaje y ausentarse en las pasadas sesiones.