El número de transacciones inmobiliarias ascendió a un total de 10 durante el segundo trimestre del año 2017 en el municipio de Toro. Lo que supone una merma de un 56% respecto al mismo periodo del pasado año, cuando el número de pisos que cambiaron de manos fueron 23. Todas las viviendas adquiridas corresponden al mercado de segunda mano. En lo que llevamos de ejercicio se han ejecutado 34 contratos de compraventa de viviendas, cifra exacta que en los primeros seis meses del año 2016.

El mercado inmobiliario comenzó durante los primeros meses del actual curso con buenas perspectivas, pero este segundo trimestre ha rebajado sus pretensiones, correspondiendo estas con cifras similares a las de los últimos años. En los últimos 14 años no se había registrado un segundo trimestre tan inactivo como el de 2017. Desde el año 2012 el mercado inmobiliario en Toro comenzó a deshincharse de forma bastante abrupta, como ya había ocurrido en el resto del país unos años antes. No obstante, y a pesar de las dificultades económicas y los obstáculos para conseguir un crédito, todos los segundos trimestres desde el año 2012 han superado al del curso presente: 2012 (13 transacciones), 2013 (13), 2014 (14), 2015 (22) y 2016 (23). La tendencia de este segundo periodo del año de los últimos ejercicios ha sido alcista, aunque de forma muy moderada como se refleja en la secuencia de datos; no ha sido así en 2017, cuando tras más de cuatro cursos de subida cae por primera vez la compra de viviendas.

¿Es un mal augurio este dato para el mercado inmobiliario? No necesariamente. La compraventa de pisos en la localidad toresana no sigue un patrón definido y no presenta trimestres fuertes y trimestres débiles cíclicamente: un año los últimos tres meses del año pueden llevar la batuta, como en el caso del 2013 (59 transacciones) y otro pueden ser cualquiera de los otros 3 trimestres, como en el caso de 2016 cuando los meses fuertes correspondieron al segundo periodo trimestral (23 transacciones). Si bien es cierto que la volatilidad del mercado de viviendas en Toro es muy alta, hay que resaltar que el 2017 cuenta con el mismo número de compraventas en sus primeros seis meses que el 2016 (34); este no es un buen indicador para la industria inmobiliaria, ya que el periodo correspondiente al pasado año cerró con un déficit de un 17% respecto al ejercicio de 2015.

La pérdida poblacional, que aqueja a toda la provincia, podría ser una de las explicaciones más lógicas a un descenso en la compraventa de viviendas. No en vano desde el año 2008, coincidiendo con la crisis financiera española, la ciudad ha perdido a más de 700 habitantes. Sin embargo, esta respuesta no es del todo satisfactoria, ya que durante esos años el mercado inmobiliario en Toro ha sufrido aumentos y retrocesos indistintamente. Por ejemplo, en el año 2012 el municipio registró 44 casas que cambiaron de propietarios; un año después la cifra se dobló holgadamente y llegó hasta las 100 transacciones; en el 2014, de nuevo las ventas decrecieron hasta las 49 operaciones, para volver a aumentar en el siguiente curso hasta las 78 y finalmente retroceder un 17% en el 2016 hasta las 65 transacciones.

En lo que respecta al resto de municipios del alfoz tampoco se encuentra un gran movimiento en la compraventa de viviendas. Morales de Toro, la segunda localidad de la comarca con más población presenta una sola transacción durante el segundo ciclo trimestral del año. No obstante, a pesar de estas cifras tan pobres, supone un incremento respecto al segundo trimestre de 2016, cuando en el pueblo moralino no se ejecutó ningún contrato de compra. Por supuesto, como es habitual en toda la provincia, la residencia es de segunda mano.