La familia Talegón celebró ayer, como cada primer sábado de octubre, su encuentro anual número veinticuatro. En esta edición, son más de 80 personas las personas que han acudido a encontrarse con las raíces de su apellido, "un número que supera por primera vez al del año anterior desde que estamos en crisis", reconoce uno de los promotores del encuentro, Fernando Talegón. Además, el organizador se muestra satisfecho de que cada año haya algún miembro nuevo en esta reunión de parientes.

El fin de semana de hermandad comenzó en la noche del viernes, cuando los primeros llegados para la celebración familiar se reunieron en el barrio de Tagarabuena para disfrutar de unos pinchos y bebidas, tras lo que la noche llegó a su punto final con una fiesta en una discoteca de Toro.

En esta ocasión, los familiares bajo el apellido Talegón que se han dado cita en Toro venían desde puntos tan diversos de la geografía española como Madrid, Sevilla, Galicia, Asturias, Aspariegos y, por supuesto, de Toro y Tagarabuena. Incluso, había una asistente llegado desde Manchester.

La jornada de ayer, la principal de esta reunión, comenzó para los más de 80 talegones con una celebración religiosa en la iglesia de San Juan de Tagarabuena. Más tarde, tuvo lugar la tradicional recepción oficial en el Ayuntamiento de la ciudad, donde los congregados fueron recibidos por el alcalde, Jesús Sedano, quien destacó "la virtud" del encuentro de "acercar a otras personas que, quizá de otra forma, no llegarían a conocerse".

También en el Salón de Plenos del Consistorio, una de las organizadoras del evento, Ángeles Pérez Talegón, dedicó unas palabras a sus familiares en las que quiso recordar los orígenes de esta gran quedada y a quienes habían sido artífices del encuentro en otras ediciones y que ya no están entre ellos, "aunque nos dejan su huella y todas sus enseñanzas", expresó Pérez. Sin embargo, destacó que los participantes acuden desde tantos puntos de España que "la fiesta no para de crecer", además de conocer parientes de cuya existencia no sabían y "establecer vínculos con todos ellos". Pérez Talegón también quiso hacer una mención a "los más jóvenes" quienes, explicó, en un futuro "asumirán la tarea de continuar esta labor".

La mañana prosiguió con actividades deportivas y culturales. Así, aquellos que lo prefirieron se dispusieron a jugar un partido de fútbol; mientras que otros se decantaron por una visita guiada a las iglesias de San Lorenzo el Real y el Santo Sepulcro, en las que Mari Canto Marcos les explicó todos los entresijos históricos y culturales que albergan aquellos muros. Esta edición del encuentro anual concluyó con una comida de hermandad en un restaurante de la ciudad.

Fernando Talegón recordó que, en la primera edición, la celebración surgió como una "reunión familiar" en Madrid y, más tarde, a los integrantes se les ocurrió trasladarla a la tierra de la que proceden, Tagarabuena. Por otro lado, Talegón también reconoció la labor de un familiar que se encargó de indagar en el Registro Civil para dar con la primera inscripción de un Talegón, que data de 1582, fecha que se podía ver grabada en las pañoletas que los participantes llevaban anudadas al cuello a modo identificativo.