La siembra de remolacha en la comarca de Toro se reducirá en la próxima campaña entre un 25 y un 30%. Así lo ha confirmado el responsable del sector remolachero de COAG, Fernando García, quien ha señalado que esta notable «caída» de la siembra tiene su origen en varios motivos y en el «desencanto» de los remolacheros que, en los últimos años, habían «luchado» por mantener el cultivo.

Entre otros factores, García destacó la falta de apoyo al sector por parte de instituciones como la Junta de Castilla y León, que ha decidido suprimir una ayuda de tres euros por hectárea para dos campañas, o el incremento de los costes de producción por el mayor precio del gasóleo o de la energía eléctrica. A estos dos factores, que provocarán una importante merma de la siembra, hay que sumar que la industria «está agazapada» y no atiende las continuas reclamaciones económicas de los cultivadores. En este punto, el responsable del sector remolachero de COAG destacó que en cada campaña la industria obtiene importante beneficios económicos que no redundan en los agricultores, a pesar del esfuerzo realizado por éstos en los últimos años para mantener la remolacha y para mejorar las técnicas de cultivo. Además, García reprochó a la industria que «quiera cultivadores modelo», en referencia a las exigencias planteadas en cuanto a los rendimientos que deben alcanzar por hectárea, para poder acceder a ayudas a la producción. Del mismo modo, destacó que Azucarera no ha adoptado un «posicionamiento» claro para aumentar la molturación o para incrementar la recepción de raíz, a diferencia de otras industrias como la cooperativa ACOR.

Todos estos motivos, según García, propiciarán una reducción de la siembra que podría rondar entre el 25 y el 30% en la próxima campaña, por lo que espera que la industria adopte las medidas económicas necesarias para intentar mantener uno de los cultivos más tradicionales de Castilla y León y que podría ser sustituido por otros que precisan una menor inversión económica y un menor esfuerzo de los agricultores.