La protección administrativa de la que la Semana Santa de Zamora ha gozado en exclusiva desde el año 2014 terminó este viernes al confirmar la Junta a través del Boletín Oficial de Castilla y León que ha iniciado los trámites para que la Pasión de Medina de Rioseco sea Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. Según las previsiones, la localidad vallisoletana estrenará el nuevo sello en la próximas procesiones.

Zamora fue pionera en la obtención de esta protección en su particular camino para optar a ser reconocida como patrimonio mundial por la Unesco, una difícil carrera que desde diciembre de 2014 no ha experimentado ningún avance visible. En el camino, las cofradías zamoranas se toparon igualmente con un proyecto para que la Semana Santa española en su conjunto obtenga, precisamente, ese sello.

Anteriormente y de forma parcial, las ceremonias del Jueves y Viernes Santo en Bercianos de Aliste habían sido reconocidas con esta figura administrativa. Zamora supuso un hito al ser la primera que lo conseguía para el conjunto de sus procesiones y con ello se adelantaba a Valladolid, que también iniciaba el pulso por entrar en la lista de la Unesco.

Al igual que ocurrió en las últimas décadas, las distinciones que Zamora alcanzaba en primer lugar -como el sello de interés turístico internacional- llegarían a otras celebraciones vecinas.