Tomamos como más conocidos en nuestra provincia apellidos que tienen la terminación "ez", cuyo significado es "hijo de". A partir del siglo XII, el patronímico se toma como descendiente de personas a cuyo nombre propio se añadía el sufijo "ez". Es en los nombres visigodos donde encontramos con mayor frecuencia esta terminación patronímica. Pudiera ser que muchos apellidos comunes en Castilla sean de origen real y noble.

Por orden alfabético, Álvarez tiene su origen en Álvaro. El condestable Álvaro de Luna, noble castellano, valido del rey Juan II de Castilla, después del apogeo de su influencia en la Corte, Álvaro de Luna cayó en desgracia, y aunque su esposa Juana Pimentel pidió ayuda al Papa, Álvaro fue juzgado y condenado en Valladolid. Fue decapitado en cadalso público el 3 de junio de 1453.

Domínguez, descendiente de Domingo, nos trae a la memoria la Orden de Predicadores asentada en el Convento de Santa María la Real de las Dueñas, religiosas dominicas que llegaron a Zamora mediado el siglo XII. Santo Domingo pasó por Zamora a mediados del siglo XIII dejando aquí la Fundación dominica que subsiste en el barrio de Cabañales.

Fernández, este es el apellido más arraigado en Zamora y con mayor vínculo en su historia. La Infanta Doña Urraca, apellidada Fernández por ser hija de Fernando I de Castilla y de Sancha I de León, dio renombre a la ciudad con los hechos históricos acaecidos con el Cerco de Zamora que llegaron a revestirse de visiones legendarias.

González, derivado del nombre propio Gonzalo, tiene para los zamoranos el recuerdo del conde Arias Gonzalo, aristócrata, militar, albacea del rey Fernando I de León , que protagonizó los sucesos del Cerco de Zamora, preceptor de la infanta Urraca y gobernador de la ciudad en el año 1072.

Hernández, apellido que desciende de Hernando, equivalente a Fernando. Recordamos a Fernando III "El Santo", nacido en el lugar de Valparaíso, de Peleas de Arriba; un monarca que tuvo diez hijos de su primer matrimonio con Beatriz de Suabia, y cinco más con su segunda esposa Juana de Ponthieu.

Martínez: Descendiente del nombre Martín, que procede del latín Martinus, hace alusión al dios romano de la guerra Marte. Es uno de los apellidos más común en España, puesto que en el año 2016 había 833.673 españoles que lo llevaban como primer apellido. En Zamora, históricamente recordamos la antigua iglesia de San Martín de los Caballeros donde estuvieron enterrados los restos de Arias Gonzalo y sus hijos. Esta iglesia, ya desaparecida, se encontraba en el Parque de San Martín.

Pérez: Apellido muy extendido en España, derivado del nombre Pedro; se dice que es de origen sefardí por aparecer en gran número en las listas de investigados por la Inquisición.

Rodríguez: Señalado como patronímico originario del reino de León, su origen se remonta a la Edad Media; significa hijo de Rodrigo. El Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, aunque no nació en Zamora, fue criado y educado junto a Doña Urraca en la casa de Arias Gonzalo. El Romance trece proclama: " Afuera, afuera, Rodrigo, el soberbio castellano. Acordársete debería de aquel buen tiempo pasado que te armaron caballero en el altar de Santiago, cuando el Rey fue tu padrino, tú, Rodrigo, el ahijado; mi padre te dio las armas, mi madre te dio el caballo. yo te calcé espuelas de oro porque fueses más honrado; pensando casar contigo, ¡No lo quiso mi pecado!, casástete con Jimena, hija del Conde Lozano; con ella hubiste dineros, conmigo hubieras Estados; dejaste hija de rey por tomar la de un vasallo..." .