Además de gente normal, utilizan también las redes gente de lo más retorcida, de lo más sectaria, de lo más inmoral y amoral, de una catadura que asusta por lo abyecta. En eso el independentismo catalán se lleva la palma. El independentismo catalán se presta a los comentarios más vergonzosos y denigrantes mediante los cuales se retrata a sí mismo. Comentarios de mal gusto. Comentarios insensatos. Comentarios que, no hace falta ser un experto para darse cuenta de que son constitutivos de delito. Y entre los delitos en los que suelen abundar, el del odio es el más flagrante.

No se puede llevar la animadversión y el odio al terreno de la convivencia y de los derechos que en Cataluña concretamente no son igual para todos. Los que mandan, la minoría, tienen los derechos, el resto a bajar la cabeza, acatar y callar, salvo que ahora se ha perdido el miedo y ni se baja la cabeza, ni se acatan los despropósitos, ni se callan las injusticias. Los 'indepes' siguen en el error, escudados en esos argumentos falaces que a muchos de ellos les han hecho desistir de ese empecinamiento a ultranza que se ha tornado enfermizo.

Twitter no puede seguir siendo el medio en el que sigan escondiéndose los que son incapaces de dar la cara. Sin embargo, lo es. Aunque ya no se puede acceder a la cuenta objeto de este artículo, un usuario de esta red social colgaba el pasado fin de semana un tuit que voy a traducir de inmediato. Decía así: "Aviso, si mi hija ha de estudiar en castellano en clase porque uno o dos niños lo exijan, iré y mataré a sus padres delante de ellos". Así de fuerte, así de duro, así de salvaje. Obviamente el tuit este de las narices está relacionado con la posibilidad de que el Gobierno de España, y Cataluña lo es mientras no se demuestre lo contrario, garantice que los estudiantes que quieran estudiar en castellano en Cataluña puedan hacerlo sin encontrar en el camino tantos obstáculos como hasta ahora.

Solo ellos, los indepes, se expresan en términos semejantes que hablan de un odio enquistado que es más preocupante de lo que parece. Odio o llámelo usted como quiera, que empieza a tomar cuerpo en las islas Baleares donde el idioma va a constituir una barrera insalvable hasta para el progreso del archipiélago. Que no piense el gobierno balear que el turismo es para toda la vida y que van a poder vivir de las rentas hasta el fin de los siglos. Torres turísticas más altas se han caído con menos viento. La convivencia en paz y armonía, incluida la del idioma castellano y la lengua catalana, es la mejor solución que desde el lado catalán no quiere verse por culpa de ese odio manifiesto que profesan a todo lo español.

La salvajada cometida por el autor del tuit que lo borró aunque no con la rapidez suficiente como para que otros usuarios no hiciesen capturas, no puede ni debe quedar impune. Sospecho que el asunto ya está en manos de quien corresponde. Tiene que haber delito puesto que habla de menores en ese "Aviso" que más parece un edicto de muerte proclamado como el de Cristo, el de Miguel Ángel Blanco o el de Joseba Pagazaurtundua.