Los actos de implícito y explícito reconocimiento al rey emérito don Juan Carlos, tan ingratamente tratado en los últimos tiempos, desde su abdicación y antes, y que está previsto que tengan lugar a lo largo de este 2018, comenzaron el día de Reyes con la celebración de los tradicionales actos de la Pascua Militar, una conmemoración con gran predicamento en el ámbito castrense y que cuenta con dos siglos de historia. Pero en la cual, don Juan Carlos no había vuelto a hacer acto de presencia tras su abdicación en favor de su hijo, el Rey Felipe VI. En la víspera, cuando el monarca cumplió 80 años de edad, el emérito reunía a los suyos en un encuentro familiar al que solo faltaron la infanta Cristina, sus hijos, y su marido, Urdangarín, que es de esperar que no tarde en pisar la cárcel tras largas dilaciones para cumplir su condena por el caso Noós de corrupción.

A la Pascua Militar, deslucida por la lluvia sobre Madrid, asistieron el presidente del Gobierno, ministros y altas autoridades del Estado. El discurso de Felipe VI no incidió apenas en esta ocasión en el grave problema del separatismo catalán, carencia en la que algunos han visto motivos razonados para sus críticas, pero no faltaron tampoco otras alusiones y declaraciones al respecto del resto de los oradores: la ministra de Defensa y el inspector general del Ejército. Lo cierto es que no era el momento, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un asunto sobre el que el Rey se ha pronunciado en los momentos oportunos y con la misma firmeza que lo hizo su padre cuando fue necesario en el pasado. Ha abundado en cambio el rey Felipe en la figura y la obra histórica de don Juan Carlos al que agradeció su leal servicio a España, su ejemplo vistiendo con honor el uniforme y siempre velando por la excelencia y el compromiso de las Fuerzas Armadas con la libertad y la democracia, vino a decir el Rey textualmente, palabras refrendadas por la ministra Cospedal, quien a la vez volvía a insistir públicamente en un necesario aumento de la inversión en Defensa, algo en lo que tiene toda la razón y más, pues resulta indignante a veces observar como se derrochan fondos a manos llenas con unos u otros destinos mientras se olvidan a quienes tanto se lo merecen, tanto el Ejército como los cuerpos de seguridad.

A ver si Rajoy toma nota de la repetida petición de la ministra y secretaria general del PP que está desarrollando muy bien, con resolución, el cometido que desempeña. Siempre han sido las Fuerzas Armadas, garantes de la unidad de España según la Constitución, que no se olvide, así como las fuerzas del orden, las instituciones más valoradas por los españoles.Y eso también quiere decir algo, que el Gobierno no puede ignorar. Sus posiciones de privilegio en la estima general de la población siguen a día de hoy manteniéndose según una encuesta aparecida en el fin de semana. Lo mismo que ocurre con la monarquía. Por más que siempre haya una especie de chusma anti todo, los ciudadanos saben muy bien lo que se precisa y lo que se quiere. Y a partir de ahí, y con excepción de la prensa, suspenso para todos, especialmente para los partidos y para el Congreso de los diputados. ¿Por qué será?