Hoy se va a hablar, naturalmente, de los resultados de las elecciones catalanas, pero también se va a hablar del sorteo de la lotería extraordinaria, con su premio gordo, tan soñado, un sorteo tradicional que desde siempre se ha convertido en el auténtico pórtico de la Navidad, por más que las iluminaciones, los árboles y demás adornos propios de las fiestas estén ya en la calle desde inicios del mes. A partir de hoy, en las vísperas, es cuando se vive intensamente el ambiente y la celebración.

Y eso que ya tampoco es lo mismo que era, igual que pasa con tantas cosas que el tiempo va dejando atrás. Pero aun así, el runrún del cántico de las bolas premiadas irá impregnando las horas de la mañana. No hace falta ya tomar notas al oido para cotejar luego los números con los décimos y participaciones, pues ahora basta con introducir los dígitos de lo que se juega en el móvil, o en el ordenador, y ya tendremos la decepción habitual de todos los años, salvo alguna terminación o pedrea para los más afortunados. Aunque nunca se sabe. A ver si esta vez hay suerte, y se rompe esa fea etiqueta que convierta a Zamora en una de las tres provincias junto a Avila y Tarragona en las que nunca ha caído el premio mayor. La esperanza y la ilusión, desde luego, nunca faltan.

Lo demuestra que los zamoranos se juegan hoy a la lotería más de 15 millones de euros, una media de 87 euros por persona, y además de las compras por internet las administraciones de lotería han estado a tope en las últimas fechas, pues ni siquiera en los duros años de la crisis la gente dejó de participar, tal vez precisamente por eso, por buscar aliviar la situación o salir de pleno de ella. El caso es que en Castilla y León se gasta mucho en el sorteo de Navidad, siendo una de las comunidades en las que más se juega, unos 90 euros de media por habitante. En total, el año pasado 190 millones, que dejaron premios por valor de más de 400 millones, lo que no está nada mal. Como en esta ocasión, el gasto parece que ha subido hasta los 230 millones, hay que confiar en que la suerte, a la recíproca, se muestre generosa y que Zamora rompa su maleficio y reparta alegría en las fiestas que se viven.

Es muy difícil esto de ganar en la lotería o en cualquier juego similar, y si se leen los indices de posibilidades reales existentes, mas que difícil parece imposible. Pero, claro, siempre hay algunos a quienes les toca. Son 15 millones de billetes los que se venden, por un importe de más de 3.000 millones de euros. Pero aun así, no son tantos los que no participan, los que de uno u otro modo no tienen algún numero en el que cifrar un leve atisbo de fe. Así que habrá que estar pendiente de los números, como se hace y se seguirá haciendo cada año. Es un motivo más de los que forman parte de la Navidad española e imprescindiblemente de esa animación que flota estos días en las calles, en los comercios, en los hogares, donde la gente menuda disfruta ya de vacaciones desde este fin de semana. Y todos, más o menos, pensando en lo mismo: en la que fortuna nos traiga al menos ese pellizco en euros que contribuya aunque sea un poco a mitigar los gastos que amenazan con arruinar las tarjetas de crédito.