Justo el servicio de Medio Ambiente que debería ser el más querido en el medio rural, es en cierto sentido temido. Si tienes unos despojos de árboles , se oye: no hagas fuego, medio ambiente ve el humo llega y multa, si tropiezas con un lagarto, no le apartes, ni digas nada , se puede quejar a medio ambiente de maltrato y te multan, si quieres arreglar unos árboles que son tuyos, rellena papeles , pide permiso, paga y luego ya veremos. Y si tienes la suerte de que pase un arroyito que se alimenta del agua gratis de la lluvia o de alguna fuente y abres un reguerito para regar un huertito que tienes al lado para consumo de casa, como te pillen, vas empapelado Estos pensamientos me han venido al leer ( La Opinión día 19 de mayo lo siguiente) "El desbroce de fincas en Lubián obliga a pedir permiso a Medio Ambiente. Se tramitan ante el Servicio Territorial en Zamora capital, que dista 146,2 kilómetros del pueblo sanabrés. Cualquier solicitud de corta o quema autorizada se tramita ante la oficina comarcal de Medio Ambiente, en Rabanillo, a 36 kilómetros. La opción de tramitar las solicitudes telemáticamente es inviable porque no hay Banda Ancha . El trámite de las solicitudes se ha canalizado a instancias de la Junta Vecinal y del Ayuntamiento de Lubián para evitar más denuncias". El miedo decían antes cuida la viña. Pero la viña se cuida también con los abonos, poda, riegos, arados, insecticidas, etc. Y no solo o primordialmente con el miedo. Y es que a veces el mundo rural vive con miedo frente a las administraciones y el miedo es mal consejero.. Medio Ambiente y otros vigilantes, se perciben como los nuevos tíos del unto o los hombres del saco. Para todo hay que pedir permiso y llevar la cartera llena de papeles y permisos. Aún por los caminos más intransitables te puedes encontrar con agentes en busca y control de si tienes en regla, ITV, seguros, faros, documentación de la moto, el tractor, el coche que ya es viejo y muy viejo, sólo utilizable en malos caminos y a velocidades de tortuga, que nunca salen a carretera .Y en cada casa de pueblo podría haber vehículos de éstos adquiridos en desguaces o terceras manos, útiles para traer leña, llevar a ver una finca a un padre mayor, ir con el ganado, etc. Pero como el collar cuesta más que el perro, estos vehículos se van a la chatarra, el propietario recibe poco dinero, la administración paga planes Renove y el mundo rural, más desasistido. Si quieres arreglar un árbol que es tuyo, antes solicita autorización, si sulfatar un frutal que te le comen los bichos, si una zarza que estorba en un camino, hay que mirar no sea una especie protegida y si en una charca se te ocurre echar la mirada, a un cangrejo o una rana y te entretienes y cae en la caña, retel o en tu mano, prepárate si no llevas los permisos en la mochila y aparecen agentes de Medio Ambiente u otros encomendados de multar. Hay miedo sí, y se vive con miedo. Pienso que este miedo es fruto en buena medida por una parte de la falta de formación y otra por exceso de voluntad de recaudar a base de multas todo lo que sea posible. Lo normal es que todos estemos interesados y no solo ni principalmente la administración en cuidar nuestro patrimonio de fauna y flora, viajar por nuestros parajes e ir a las fincas o al ganado en buenas condiciones de movilidad, caminos limpios, vehículos apropiados técnicamente, toparse con liebres, conejos, jabalíes, zorros o lobos . El último puede acercarse a la manada y matar cuantas ovejas pueda. Pero como pongas una trampa al lobo y caiga, de nuevo aparece activan quien busca al causante del daño (no al lobo) y multan . Y sin enmendar la plana a Celedonio, adalid del mundo mural quien escribía un sustanciosos artículo ( La Opinión 20 de mayo). "La solución al medio rural: una prima por vivir en el pueblo. El mundo rural está dando las boqueadas, está agonizando. Cuando se muera la última generación nativa rural, el desastre será total, no quedará piedra sobre piedra y la cultura agraria pasará a dormir en libros, documentos y museos. Un desastre del que todos seremos responsables "Diré que hay que invertir mucho en valorar a todos los que resisten como numantinos en el mundo rural agricultores, ganaderos, tenderos, panaderos, boticarios, fontaneros, curas, pequeños profesionales liberales, comercios, autónomos. Valorar su coraje y que nuestros representantes en la Diputación, las Cortes regionales, nacionales, representantes en los órganos de dirección de los partidos, vean cómo viven, visiten sus tierras e instalaciones, insten también a los multados para que comprendan que a veces para transitar por los caminos, tampoco es menester tener todo perfecto. Formar también para que se intuya que es posible, necesario y deseable atender ganado y cultivar la tierra de forma distinta a como se hacía en tiempos de los abuelos. Y cuidar que cada finca produzca lo que puede producir y que no esté de baldío esperando solo la subvención ( eso si seria sancionable ), también necesaria, pero no única o primordial". Ganaderos de extensivo apuestan por la unión para defenderse mejor". Un buen programa (La Opinión 21 de mayo ).