Ante la jornada de movilización convocada para el próximo día 9 de abril en Hervás, (Cáceres) en defensa de la reapertura de la Vía de la Plata, la Asociación Ferroviaria Zamorana desea manifestar que comparte el fin de los objetivos a conseguir. Defendemos un Ferrocarril social, moderno y vertebrador para los territorios, siendo precisamente una de las claves principales que regulan nuestros estatutos, la recuperación del Ferrocarril de la Ruta de la Plata.

No compartimos sin embargo, que esta iniciativa pueda surgir desde otras miras que no sean las mismas que tiene el Ferrocarril: comunicar y unir territorios.

Defendemos en materia de comunicaciones todos los proyectos que, aunque parezcan alejados de nosotros, sean accesibles a todos los ciudadanos. En ese sentido, el modelo más indicado para territorios como el nuestro, orientado para prestar servicio tanto a los viajeros como a las industrias o empresas que puedan aprovechar las enormes ventajas del transporte de mercancías, por ser más eficiente, más ecológico y más barato, incidiendo directamente en beneficio de todos.

Creemos que la defensa de la reapertura de la Vía de la Plata es imprescindible e irrenunciable, pues los estudios que han realizado las Cámaras de Comercio, los estudios económicos de especialistas en la materia, las pequeñas aportaciones que pueden hacer Asociaciones como la nuestra, el sano debate que se debe hacer entre el modelo de Ferrocarril exclusivo de alta velocidad y el modelo de compaginar viajeros y mercancías, (elementos esenciales para una reivindicación justa) convierten ese antiguo trazado ferroviario, después de más de 3 décadas de lamentable cierre, en elemento verdaderamente esperanzador para el futuro del oeste español. Y por supuesto, todo ello se debe exponer sin ningún tipo de condicionante político, y mucho menos localista.

Esta Asociación no se limita únicamente a la necesaria defensa de la vertebración de los territorios más cercanos; los términos en defensa del Ferrocarril han de pasar siempre por la sensatez del estudio económico y social, el debate y el convencimiento de una justa reivindicación. Esta idea no excluye a nadie, sean partidos políticos, sindicatos, etc., pero siempre y cuando no prevalezca ningún otro interés que no sea el del ciudadano. Los programas políticos u otro tipo de movimientos que no estén totalmente estudiados, implicados y defendidos con coherencia, no sirven para nada.

Pasados ya 32 años del nefasto cierre de líneas férreas en España, afectado además a las principales líneas transversales como nuestra Ruta de la Plata, son demasiados los motivos como para no tomarse en serio este planteamiento.