Decididamente, parece que el tiempo de rebaja se ha impuesto en todos los ámbitos y ahí siguen las últimas amables condenas que se están conociendo y discutiendo, algo que empezó, en lo que va de año, con Urdangarín, y se ha continuado a nivel político con las sentencias contra los líderes independentistas catalanes Mas y Homs, ex presidente de la Generalitat el primero, y consejero el segundo. A Mas, el Tribunal Constitucional le impuso dos años de inhabilitación y una multa de 36.000 euros, y cuando se esperaba que el Supremo pudiese condenar más duramente a Homs, responsable con Mas de la consulta ilegal y fraudulenta del 9N, pues ha sido que no y la cosa ha quedado en un año de inhabilitación y 30.000 euros de sanción que ni uno ni otro abonarán de su bolsillo.

Total, lo de siempre: que hay delitos que continúan saliendo muy baratos, y por lo que a Cataluña se refiere ello solo sirve para que cada día que pasa los separatistas se sientan más y más envalentonados, y que sigan prometiendo el referéndum sobre la secesión para este mismo año, y como dan por hecho el triunfo, la consiguiente proclamación unilateral de una republicana catalana. Ni siquiera los viajes próximos de Rajoy con dinero a base de bien para obras públicas en la región les disuadirá de sus fanáticos propósitos independentistas, según no se cansan de proclamar. El entreguismo del Gobierno de la nación, con el dialogo y los tribunales como única opción hasta la fecha, les están dando alas, y no es descartar que al final, para acabar con este gravísimo problema, haya que tomar las medidas drásticas y constitucionales que debieron haberse tomado al principio cortando de raíz el brote separatista.

Hay que esperar que en el otro foco separatista, no les salga el delinquir tan barato a los cobardes que en masa atacaron en Alsasua a un par de guardias civiles y sus parejas - ni una sola protesta de las feministas - pese a tantas adhesiones y apoyos en forma de manifestaciones como los agresores han recibido y no solo desde los ámbitos abertzales sino desde Podemos, el extremismo de izquierdas rampante que parece haberse adueñado del todo de esa decepcionante formación que pronto enseñó sus orejas de lobo ante el rechazo y la desilusión de quienes esperaban una alternativa seria y realista al Gobierno de Rajoy. Perdido el rumbo, caminan hacia la deriva y el abismo de sus socios comunistas de de IU. Pero lo que importa es que los agresores de Alsasua, procesados acertadamente por terrorismo, no van a gozar de impunidad alguna, sea cual sea su condena. Contra cualquier forma de presencia terrorista hay que ser implacable. No cesa el terrorismo, que ahora se acaba de sufrir en Londres. El hecho es que las tensiones en el País Vasco nunca se acaban, y que el PNV acepte apoyar los prepuestos del Estado es una cuestión que está creando inseguridad y malestar en las asociaciones de víctimas de ETA pues la derecha vasca votará a favor del PP si es a cambio del acercamiento de los presos etarras. Todo tiene un precio y si no que se lo pregunten al diputado único de Nueva Canarias, cuyo voto en el Congreso es decisivo para aprobar las cuentas, y que pide a cambio mil millones de inversión en las islas.