El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no se siente cómodo viendo jugar a David de Gea como portero de la selección española de fútbol después del escándalo que le vincula presuntamente con una red de prostitución y de corrupción de menores. ¡Vaya por Dios! No ha contemplado el líder de los socialistas la presunción de inocencia del cancerbero con la misma pasión que puso, una vez imputados, en la presunción de inocencia de Chaves y Griñán. Pura ley del embudo: para De Gea lo estrecho, para los compañeros corruptos de Sánchez lo ancho.

A mí, la defensa que De Gea hace de la portería no me incomoda lo más mínimo en tanto en cuanto no se deje encajar un solo gol. Claro que, en caso de que el chaval flaquee, siempre nos quedará Íker Casillas. Sí hombre, aquel portero del Real Madrid que tantas tardes de gloria dio al club blanco y a la selección española en Europa y en el mundo, tardes que ahora nadie parece recordar, como queriendo borrar del mapa todo lo mucho y bueno que Casillas hizo defendiendo la portería. Que sepan que quien tuvo, retuvo.

De momento, De Gea cumple. Cuando acabe el asunto futbolístico de Europa que se disputa en medio de una violencia inusitada por parte de los aficionados de selecciones como la rusa y la inglesa, y el novio de Edurne vuelva a España, ya se verá lo que se tenga que ver. De momento el chico no está imputado. La Fiscalía no se ha pronunciado. A mí me da tanto o más asco que a usted la corrupción de menores. No lo tolero. A los menores, como a los "pezqueñines", hay que dejarlos crecer y no robarles lo que es suyo. En cuanto a la prostitución, que no me da de lado sino todo lo contrario y soy de las que piensa que se debería abolir esta forma de esclavitud no solo sexual, además del oficio más viejo del mundo, en ella impera la ley de la oferta y la demanda de la que siempre se benefician los cuatro o cuarenta chuloputas que viven como dios (un dios menor) del negocio. A esos es a los que hay que meterles mano. A esos hay que enchironarlos durante muchos años y no al que roba para comer.

Los hechos denunciados sucedieron hace muchos años. Resulta sorprendente que al cabo de cuatro o cinco años se interponga denuncia, justo cuando De Gea ha pasado de ser un desconocido a un futbolista de élite, portero titular de la selección española. Eso es chocante y, repito, sorprendente. ¿Qué ha cambiado de entonces ahora? ¿Que De Gea tiene más pasta y es más mediático? Oiga, que si la ha hecho, que la pague con todas las consecuencias por mucha titularidad que tenga. Pero, caramba, apliquemos la presunción de inocencia como se pide también para los que matan, extorsionan y roban hasta que se demuestra su crimen.

Yo del señor Sánchez me sentiría incómoda por otras muchas cuestiones. Por su propia situación, por el posible "sorpasso" y por no dejarse ningunear y humillar más por Iglesias, que lo está tratando como si un muñeco del pim pam pum fuera.