Otra vez el miedo como soporte principal de lo que está siendo ya la precampaña y va a ser la campaña electoral del PP. O ellos o el caos. Parece que tan desquiciados deben estar Rajoy y los suyos, que tras los enormes fracasos de las elecciones de mayo y diciembre de 2015 no han aprendido nada, y así, continúan erre que erre, con los mismos argumentos, tan rechazados por la mayoría de los electores. En las municipales pasadas perdieron las principales alcaldías con el mensaje del miedo, del pánico, que no se sabe si es culpa de Rajoy o de esa legión de asesores con los que cuenta y que es como si quisieran rematar la debacle iniciada hace un año. En Zamora, sin ir más lejos, perdieron los ayuntamientos de la capital, de Toro, de Benavente, de Morales, y todavía salió alguien asegurando que la campaña había sido impecable. Pues menos mal, porque si no llega a serlo, quedan en cueros.

Ahora, el presidente del Gobierno en funciones ha grabado un vídeo desde La Moncloa misma en el que retorna a las andadas, un sendero del cual no sabe salir. Para Rajoy no votar al PP es votar a Podemos, partido al que califica de "una extremista alternativa que asoma como un disolvente de todo lo bueno que tenemos" ha dicho, con cara de circunstancias, como siempre. Debe referirse a lo bueno que tiene él y tiene toda la clase política, pues de otro modo no se entiende. Por más que realmente un hipotético Gobierno de Podemos e IU, con PSOE o con la abstención de los socialistas, pueda meter el miedo en el cuerpo, efectivamente, a muchas personas, pero que muchas, que desean un cambio, lo más total posible, pero no a ese precio, no al precio de conceder todo el poder a una extrema izquierda regida por viejos y rancios códigos comunistas, una apuesta y una aventura demasiado insegura y peligrosa, y más tras la situación en la que se encuentra el país tras los ocho años de mandato desdichado de Zapatero y luego los cuatro de Rajoy. Todo lo cual puede servir para que ahora el mensaje del miedo resulte más eficaz. Pero aun así, esa disyuntiva del PP o del caos sugiere, por reflejo, la reiteración del mismo rechazo de las dos últimas elecciones. Si no quieres Podemos, vota al PP, es lo que se va a decir en esta especie de lucha anticomunista. Solo que hay otras opciones, como PSOE y Ciudadanos, históricos unos, emergentes los otros, que cuentan con un número importante de votantes y que van a estar ahí, a un lado o a otro, o en tierra de nadie, pues juntos como ya se pudo comprobar no alcanzarán nunca y de ninguna manera la suma de escaños necesarios para una investidura.

El vídeo en cuestión no ha gustado en general, y ha indignado a los demás partidos, tanto que PSOE y Podemos van a denunciar el hecho ante la Junta Electoral toda vez que Rajoy ha utilizado La Moncloa para efectuar la grabación, algo que las normas prohíben claramente. Por su parte, a Albert Rivera tampoco le ha gustado este burdo inicio de campaña del PP, aunque tampoco parezca que haya insistido mucho en ello, por eso de que hay que pensar en el día siguiente al 26-J y en la posibilidad de que Ciudadanos pueda gobernar junto al PP, sin o con Rajoy. Ahora, solo resta aguantar el machaqueo, incesante del mensaje del miedo, con el caos izquierdista, según la derecha, como alternativa.