Nuestro histórico castillo-fortaleza ha alcanzado el más alto grado de veteranía que le dan sus más de mil años de existencia. Finalizaba el año ochocientos doce cuando el califa Alhakén I emprendía la tercera de sus campañas sobre los dominios cristianos; al frente de numerosos ejércitos vino con dirección a Zamora, donde se encontró con el rey Alfonso II "El Casto", que aguardaba con nutridas tropas que se enfrentaron a los moros obteniendo una memorable victoria. Los árabes sufrieron un duro escarmiento del vigilante Alfonso, siempre atento a reprimir los ataques de la morisma. Los romances de la época decían : "No cesando el Casto Alfonso de con los moros lidiar".

Por aquel entonces comenzó este gran monarca a fortificar Zamora, por lo que hace ya mil doscientos cuatro años que dio principio a la construcción del castillo en el lugar donde ahora se halla que, como sabemos, está ubicado sobre una elevación natural que le daría más poderío como baluarte del reino cristiano; de su primitiva época quedan muy pocos restos.

La ciudad de Zamora fue muy importante para los reinos cristianos en el proceso de la Reconquista; aquí fueron rechazados los árabes en repetidas ocasiones, por lo que el castillo tuvo siempre verdadera importancia. Bajo el reinado de Felipe V se le hicieron notables reformas para adaptarlo a las nuevas técnicas de guerra.

En la actualidad se conserva el perímetro del castillo, los muros de mayor importancia, el patio de armas y la torre del homenaje, todo ello restaurado recientemente por haber sido declarado Patrimonio Histórico Nacional; las obras de restauración duraron cuatro años y desde 2009 se halla abierto al público para su visita turística.

Su fundador Alfonso II fue proclamado rey de Asturias en septiembre del 791. Trasladó la capital del reino a Oviedo y desde allí comenzó la Reconquista. Después de varias victorias sobre los musulmanes, afianzó su presencia en Galicia, León y Castilla que fue reorganizando políticamente.

La tradición afirma que bajo el reinado de Alfonso II "El Casto" se produjo el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago por un ermitaño en Compostela (814), hecho que convirtió aquel lugar en uno de los más importantes centros de peregrinación de toda la Cristiandad. Alfonso "El Casto" es considerado el primer peregrino e inauguró el camino primitivo que parte desde Oviedo. Más tarde se haría famoso el dicho: "Quien va a Santiago y no a San Salvador, visita al criado pero no al señor", en referencia al patrón ovetense y la importancia del rey astur en la consolidación del camino.