El circuito de Jerez de la Frontera, donde a lo largo del fin de semana se ha celebrado el Gran Premio de España de MotoGP, se ha llevado más zamoranos que Villalar. Media Zamora estaba en Jerez. La otra media se repartió, pero no fue Villalar uno de los puntos más concurridos por nuestros paisanos. Hay políticos que piden a los políticos más espíritu comunero. Ninguno de ellos, en pasado y en presente, ha sabido ayudar a crear el vigor necesario que impregnara a todos los castellanos y leoneses del espíritu de Villalar, del espíritu de Bravo, Padilla y Maldonado. Para la mayoría es una fiesta de la izquierda. Para la otra una fiesta sindical. Para casi todos un lugar donde se van a reivindicar asuntos de mayor o menor enjundia que, como no van con ellos, pues no tienen más trascendencia. Aquí no hay minería, aquí no está Dulciora, aquí no está Lauki y por muy solidario que se sea, no hay más Villalar que valga.

A propósito de todo esto y de mucho más, en la entrega de los Premios Castilla y León, en los que habría que cambiar a algún jurado que tira más por los amigos y por los intereses personales que por la propia calidad y relevancia del premiado, el presidente Herrera, en su discurso, pidió "ambición" y "esfuerzo" para "crear una comunidad magnífica" que se conozca y reconozca a sí misma, como pedía don Quijote a Sancho al gobernar la ínsula Barataria. Pero, querido presidente, ¿qué ambición vamos a tener los castellanos y leoneses, si carecen de ella nuestros propios representantes? No ha habido un Ejecutivo castellano-leonés con la necesaria ambición. Solo la han tenido para sí y los suyos, entendiendo por tales correligionarios y familiares. Y eso, desgraciadamente, es así.

En cuanto al "esfuerzo" me imagino que eso nos lo pide el presidente a todos los habitantes de esta comunidad. Los que siempre tenemos que tirar del carro porque nuestra amada y nunca bien ponderada clase política, de izquierda a derecha, no se han esforzado jamás lo más mínimo, salvo esas honrosas excepciones que siempre hay. A nuestros políticos les ha faltado siempre ambición y esfuerzo que es justo lo que tenemos el resto de ciudadanos. Más acertada estuvo la presidenta de las Cortes de Castilla y León, en un artículo publicado en "La Opinión-EL CORREO ZAMORA", Silvia Clemente Municio es una mujer valiente, que no se corta un pelo a la hora de cantarle las verdades del barquero al mismísimo lucero del alba. Se podrá o no se podrá estar de acuerdo en todo con ella, pero hay que reconocerle que frente al postureo y las palabras huecas a las que otras políticas nos acostumbran, Silvia va directa al grano, guste o no guste.

Mientras en otras comunidades autónomas, sus fiestas son de una trascendencia social extraordinaria, en Castilla y León, no sé si por el espíritu derrotista, abúlico, indiferente propio de los castellano-leoneses, unos más, como los zamoranos, que otros, el Día de la Comunidad, se aprovecha para otros menesteres que nada tienen que ver, como por ejemplo disfrutar en Jerez. Se ve a la legua que nos falta ambición.