Hoy, 23 de abril de 2016, celebramos el Día de la Comunidad de Castilla y León; fiesta oficial que fue declarada en 1986 mediante un Ley aprobada por las Cortes de Castilla y León y que también recoge el Estatuto de Autonomía.

En esta fecha rendimos homenaje a nuestro pasado, al legado que hemos recibido y del que nos sentimos orgullosos. Castilla y León es una comunidad edificada sobre una realidad histórica, que se ha forjado a lo largo de los siglos, a partir de la unión de dos territorios históricos que componían y dieron nombre a las antiguas coronas de León y de Castilla.

Somos una comunidad histórica y cultural que afianza su personalidad sobre valores universales a través de la lengua castellana y el patrimonio histórico, artístico y natural. En esta tierra se encuentran las huellas más primitivas del castellano; aquí se fijaron las bases de la organización municipal y se levantaron las primeras universidades de España, y también fue aquí donde se alumbró antes que en ningún otro lugar del viejo continente la defensa de la participación de la sociedad en las primeras Cortes de la historia de Europa celebradas en León en 1188, y que ha merecido el reconocimiento de la Unesco como patrimonio de la humanidad y cuna del parlamentarismo.

Hoy recordamos en Villalar aquel clamor del movimiento comunero que en 1521 abanderó la defensa del bien común y de la libertad; ideales de gran trascendencia para todo el periodo moderno de nuestra historia y que también contribuyeron al surgimiento de las grandes revoluciones liberales europeas.

Hechos históricos que representan hitos muy significativos en el ámbito de la cultura, del humanismo y de la configuración institucional; referencias que acreditan nuestra contribución decisiva a lo largo de la historia a configurar esa realidad que hoy es España y también a su posición en el contexto internacional.

Pero en la misma medida en la que rendimos homenaje a nuestro pasado, la celebración del Día de la Comunidad es hoy el punto de encuentro y continuidad, a través del cual Castilla y León sigue adelante y nos reafirma con el presente y el futuro de esta comunidad representado en las personas, en los castellanos y leoneses que cada día contribuyen con su trabajo y esfuerzo, con su dedicación y su iniciativa a dar vida a esta comunidad y crear en ella un espacio de convivencia y desarrollo.

Un proyecto colectivo de futuro en el que se han integrado identidades plurales, porque esta es una comunidad abierta, que ha ofrecido al mundo numerosos ejemplos de respeto y convivencia entre culturas diversas y que ha hecho de esa pluralidad una riqueza que nos ha traído progreso y bienestar.

Fruto de ese crisol de culturas e identidades, Castilla y León ha sabido forjar un profundo sentido de solidaridad y de acogida hacia las personas procedentes de otros países que han elegido nuestra comunidad como lugar para desarrollar su vida.

Así lo recoge expresamente nuestro Estatuto de Autonomía, que reconoce a todos los que viven en esta tierra los mismos derechos y encomienda a los poderes públicos promover la integración social, económica, laboral y cultural de los inmigrantes en la sociedad de Castilla y León.

Somos una tierra solidaria y así lo hemos querido reflejar desde las Cortes de Castilla y León, sede de la soberanía popular castellana y leonesa en la celebración de este Día de la Comunidad, con un acto simbólico de reconocimiento hacia todos los inmigrantes y refugiados que residen en Castilla y León a partir de la suma de esfuerzos y de la implicación de toda la sociedad.

Con ello queremos mostrarnos como la tierra de acogida que siempre ha sido Castilla y León y al mismo tiempo reflejar el sentimiento de solidaridad que está presente en la sociedad civil de Castilla y León, como así lo ha demostrado en numerosas ocasiones a través de su compromiso y capacidad para dar una respuesta inmediata a situaciones de emergencia en cualquier lugar del mundo.

En estos momentos en los que estamos viviendo una verdadera tragedia a las puertas de Europa por la crisis de los refugiados procedentes de Siria y de otras nacionalidades, desde las Cortes de Castilla y León queremos dar voz a ese sentimiento presente en la sociedad, y que hemos reflejado en las Declaraciones Institucionales aprobadas el 15 de septiembre de 2015 y el 28 de marzo de 2016, en las que reclamamos a la Unión Europea una respuesta que garantice el apoyo y la cooperación necesaria para ofrecer a los refugiados unas condiciones de vida dignas. Un sentimiento que como castellanos y leoneses, españoles y europeos queremos reflejar en este día expresando nuestra solidaridad con las víctimas de este drama humanitario y reiterando la urgencia de garantizar su atención con el necesario respeto a los Derechos Humanos.