Y lo que no mata y engorda resulta que es pecado. Pero no me diga cómo, pecamos, engordamos, y como dicen los expertos que todo lo que entra por la boca en forma de alimentación conlleva riesgos, acabamos muriendo. Entre otras cosas porque no se conoce caso alguno de que alguien haya permanecido a lo largo de los siglos para contarlo. A lo sumo cien años y poco más. Cuando se llega a esa edad, cuántas veces, más que para sopita y buen vino, se está para la foto de rigor y el ramo de flores que acaba convirtiéndose al poco tiempo en corona funeraria.

Lo digo por todo el lío que se ha montado cuando se ha hecho público el estudio de la Organización Mundial de la Salud, alertando de que comer carne procesada como salchichas, embutidos o preparaciones en conserva es cancerígeno para los humanos, y que consumir carne roja "probablemente" también lo sea. Nunca como a raíz de esta alerta, el mundo y el demonio han estado tan directamente relacionados con la carne, la procesada, claro. Servidora, al igual que el Ministerio de Sanidad, se toma con la debida prudencia el informe de la OMS y hace suya la recomendación de no comer más de dos veces por semana este tipo de productos. Servidora es adicta y adepta a los productos del mar, hasta que la OMS advierta de que además del anisakis, existen otros peligros para la salud. Con lo cual acabaré vegetariana y cuando la OMS tiña de problemas el vegetal acabaré vegana perdida.

Ni entro ni salgo en esta cuestión que hay que tomársela como hay que tomar todo este tipo de advertencias. En lo que sí quiero detenerme es en el sentido del humor patrio que, afortunadamente, no se pierde ni en lo bueno ni en lo malo, ni en la salud ni en la enfermedad. A la cantidad de chascarrillos que corren como un reguero de pólvora por Internet y de whatsapp en whatsapp le remito. Como aquel que dice: "Hasta que Mariló Montero no se pronuncie sobre el beicon, estamos hablando sin saber". Me he tragado el programa que presenta Mariló y cuando esto escribo puedo decir que, efectivamente, la navarra no se ha pronunciado. Como para hacerlo servidora que es menos que nada.

Tengo un amigo que "en un alarde de altruismo y después de las noticias vertidas por la OMS, ha creado un servicio gratuito de recogida de jamones y chuletones de ternera para proceder a su procesamiento y destrucción con garantía, ya que en su hogar cuentan con un equipo humano altamente especializado". Me sumo al servicio creado por mi amigo ya que también me hallo dispuesta, en un alarde de verdadero altruismo a recoger fundamentalmente jamones y chuletones de ternera. Mi móvil, luce desde el otro día un soberbio lazo de beicon con el que quiero solidarizarme con las empresas zamoranas dedicadas al extraordinario embutido de la tierra y a la cosa cárnica que por estos lares es de primera, ya sea de Aliste donde manda mi amigo Santiago o de Sanabria.

A este paso, acabaremos todos a dieta. A ser posible que sea mediterránea. La OMS no le ha sacado todavía defecto alguno. Así que al loro porque sabido es que lo que no mata, engorda.