Muchos zamoranos siguen sin comprender lo que sucedió recientemente en el Ayuntamiento de Zamora cuando, sin esperarlo, tuvimos que presenciar la defensa de las "bondades democráticas" de Venezuela por parte, tanto de su embajador en España como del alcalde la ciudad, Francisco Guarido.

Un alcalde que, no contento con ello, también permitió, sin pestañear y sin inmutarse, que el diputado de Izquierda Unida, Cayo Lara, pronunciara un mitin político en dependencias municipales en el que llegó a acusar de manera muy grave al Partido Popular y al Gobierno de España.

No tardó el alcalde en salir al paso de las críticas que desde el grupo municipal del Partido Popular realizamos a estos comportamientos. Porque la visita del diplomático, tal y como ya hiciera el pasado mes de mayo a nuestra ciudad junto a otros representantes iberoamericanos, no fue lo que nosotros censuramos. Nuestra queja venía por la utilización partidista del Ayuntamiento de la ciudad, quién sabe con qué pretensiones? Lo que no le gusta al alcalde es que no nos callemos en la defensa de la institución municipal como la casa de todos los zamoranos y, sobre todo, porque no toleramos que venga a insultarnos.

Es verdad que Mario Isea, el embajador venezolano en España, estuvo en mayo en Zamora. Y es verdad que vino acompañado por un senador del Partido Popular, Dionisio García Carnero. Pero de aquella visita, tanto a Ayuntamiento como a Diputación, y esta que vivimos la semana pasada hay grandes diferencias. La principal, que en aquella de mayo no hubo ruedas de prensa en las que el diplomático alabara un régimen como el de Maduro y, ni mucho menos, se permitió el uso partidista de las instituciones. Es más, el embajador venezolano vino acompañado de otros "colegas" de Iberoamérica y hubiera sido un desprecio vetar su presencia en la ciudad, especialmente por el pueblo venezolano con el que tantos zamoranos tienen vínculos.

Nadie impide a Cayo Lara que visite Zamora, solo faltaría. Pero sí resultó sorprendente que se dedicara a insultar desde la casa de todos los zamoranos al Partido Popular. No era el lugar, señor Lara. Y, señor Guarido, quizá en su afán de seguir realizando oposición al Partido Popular a pesar de ser ahora quien gobierna en Zamora, puede que le faltara cintura para evitar que un miembro de su partido usara el Ayuntamiento de la ciudad para realizar las manifestaciones que realizó.

Aunque en realidad, quizá todo entronque en esa estrategia que ya llevamos viendo en sus primeros meses de Gobierno de usar de manera partidista los recursos municipales. Lo ha hecho durante años con la sede municipal de Izquierda Unida que se convirtió, de facto, en la sede de su partido en la provincia, lo ha hecho con algunas manifestaciones en las redes sociales del Ayuntamiento y lo ha hecho con la página web municipal en la que algunas de las noticias llevan referencias al Partido Popular.

En el grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora no negamos la visita de nadie a nuestra ciudad, ni mucho menos. Solo lamentamos el uso que Francisco Guarido ha hecho del Consistorio. Por cierto, ¿qué opina el PSOE, cómplice necesario, de todo esto? ¿Qué opinan Ciudadanos y los concejales no adscritos? ¿Por qué callan ante tal uso partidista de Cayo Lara del Ayuntamiento? Se definen con su silencio.

(*) Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zamora