El presidente Barack Obama ha visitado el país de su padre, Kenia. Hasta ahí la noticia no puede ser más simple. Solo que una vez en Kenia, el presidente estadounidense consiguió ser "trending topic" merced al baile que se marcó en la cena de despedida con la que le obsequió el presidente keniata. Lo lleva en la sangre. No es la primera vez que Obama demuestra saber llevar el ritmo, no tanto de los acontecimientos mundiales, como el de la música. Se mueve con gracia, se mueve con soltura. No me imagino haciendo algo igual o parecido a los presidente españoles pasados y presentes. Nuestros presidentes tienen poca soltura por no decir que ninguna.

Nos han tocado en suerte una serie de "sosomen" presidenciales que no dan para un "trending topic" de ese estilo que encandila, que gusta tanto al personal y que el personal celebra con algarabía. No me veo yo a Felipe González, con terno de presidente arrancándose por sevillanas. Como no veo a José María Aznar bailando un chotis "agarrao". A Zapatero marcándose una jota leonesa o a Rajoy bailando una muñeira, en pleno veraneo en Sanxenxo. No tienen soltura. Nuestros presidentes pasados y presentes están como encorsetados a la hora de acometer ciertas cuestiones como esa de arrancarse a bailar o detalles de esos la mar de normales que nuestros presidentes deben ver como anormales o poco ortodoxos para su rango.

A Rajoy, como mucho, lo hemos visto, sin Viri, dándose un baño en compañía, en una piscina del río Umia. No ha debido ser la cosa para tanto, porque salvo una o dos fotos la cosa se ha quedado en páginas de interior y las redes sociales no han dicho ni "mu". Además, solo ha mostrado el "busto", tan de moda ahora eso de los bustos, desde que la eximia Ada Colau decidiera retirar el del monarca emérito, don Juan Carlos. A lo sumo y como chocante, don Mariano aparece sin gafas. Digo yo que las sustituiría por unas lentillas, porque, ver, lo que se dice ver, sin anteojos no debe ver mucho ya que son "consuetudinarios" a sus ojos. Debería probar el presidente a cambiar su imagen de aquí a las generales.

Está cambiando algunos hábitos y costumbres que son insuficientes. Y eso que dicen que el presidente del Gobierno se muestra más cercano y distendido. Pero no lo suficiente como para bailar una muñeira, como Obama bailó, con el presidente de Kenia, un ritmo tradicional del país. ¡Y que bien lo hizo el condenado! ¡Como que se movía mejor que los oriundos! Porque, al fin y al cabo, Obama se crió en Hawái, donde vivían su madre y sus abuelos maternos. Apueste lo que quiera a que sería capaz de marcarse unos pasos de alguna ancestral danza del lugar, collar de flores en ristre. Los nuestros son incapaces. Pero es que los que aspiran son más o menos iguales o parecidos. El único que se las pinta es un presidente autonómico, el de Cantabria. A los demás les falta la necesaria chispa para, en lo bueno y en lo malo, hacer gala de un talante chispeante.