E so: adiós, Iker Casillas, adiós. Que tanta gloria encuentres en el Oporto como paz dejas en el Madrid y en el Bernabéu, donde la última temporada ha sido protestado y abucheado por un amplio sector de espectadores que no perdonaban ni sus supuestos chivatazos ni sus reiterados fallos. Aureolado en la despedida, por sus palmeros y estómagos agradecidos de la prensa deportiva madrileña en apoteosis mediáticos casi inéditos en el ámbito futbolístico y futbolero del país, Casillas se ha ido del Real, ha tenido que irse, al fin, tras un largo culebrón en torno a su difícil fichaje por el club portugués.

Y es que, pese a lo que pregonaban sus amigos de los medios, el que ha sido hasta ahora portero del Madrid y lo seguirá siendo de la selección española, no tenía quien le quisiese llevar a sus filas, pues pese a su tremenda decadencia deportiva seguía empecinado en ganar los siete millones de euros netos por temporada que percibía en el club blanco donde aún le quedaban otros dos años de contrato. Ni los equipos más ricos le hubieran pagado más de la mitad, así que nadie se interesó por el meta, cuyo bajo rendimiento se hacía visible en cada partido a través de la televisión.

Menos mal que cuando ya parecía que no iba a quedar otro remedio que seguir cargando con un jugador que se había hecho el amo del vestuario y que solo causaba problemas y disgustos, además de tragarse goles y más goles, llegó el Oporto, que tampoco pagaba más, y el Real Madrid ha tenido que abonar parte de su costosa ficha para desprenderse de Casillas y evitar las tensiones y sobresaltos de las últimas tres o cuatro temporadas, cuando Mourinho, indignado y harto, sentó en el banquillo al mito que nunca aceptó su suplencia. Florentino Pérez, el presidente del mejor club de fútbol de la historia en todo el mundo, se había cansado de darle oportunidades, la última a costa de tener que desprenderse de Diego López, un magnifico guardameta, más completo y en mucha mejor forma que Iker, y que tanta solidez daba al equipo cerrando la habitualmente irregular línea defensiva blanca.

Tampoco nadie niega a Casillas ni sus méritos ni su historia. Portero de gran agilidad y enormes reflejos bajo los palos, siempre ha ido mal y hasta muy mal en los balones aéreos. El mejor meta del mundo y de la historia del Madrid siguen asegurando los que tanto le jalean, pero ni lo uno ni lo otro pues el equipo merengue ha tenido otros grandes porteros de iguales calidades y características, como García Remón o Buyo. Que ha ganado muchos títulos en el Madrid, sí, pero son títulos de equipo, con el equipo, ganados por todo el equipo. Que se puede hacer una antología de sus mejores paradas, sí, pero también se puede hacer de sus peores fallos, aun dando por supuesto que todos los porteros fallan en ocasiones.

Ahora ya puede empezar una nueva era de sosiego en el vestuario y en los terrenos de juego. No se sabe si al final llegará De Gea, un guardameta en la cresta de la ola, pero la puerta madridista parece bien cubierta con Keylor Navas, que necesita partidos, y con Kiko Casilla, sin ese, al que se va a fichar con toda seguridad. Sin Iker, las cosas pueden ir mejor o igual, pero no peor.