El Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores es el espacio protegido más visitado de la provincia de Zamora -663.000 personas en 2008- y el que conserva una biodiversidad más rica y variada. Se trata de un tesoro único que deben custodiar no sólo los sanabreses: es responsabilidad de todos los zamoranos por su importancia medioambiental, turística y económica para toda la provincia. Fue declarado en 1985 y en 1990 fue ampliado. Ahora la Consejería de Medio Ambiente de la Junta ha redactado el borrador del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), un documento provisional, abierto al debate de ciudadanos y entidades locales, que será el instrumento que marcará en el futuro las orientaciones para la conservación de los recursos, la regulación de los aprovechamientos agrícolas, ganaderos y turísticos, así como la dinamización social y la mejora de la calidad de vida en la zona.

El borrador del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Lago de Sanabria y alrededores que han elaborado los técnicos contempla una ampliación considerable de la superficie del Espacio Natural, de las 22.365 hectáreas actuales a 35.131, pertenecientes a los términos municipales de Cobreros, Galende, Trefacio, Pías y Porto. Supone, además, la "constitución" del Parque y, por tanto, regula también los elementos que rompen, distorsionan o amenazan la armonía del espacio.

El documento no se queda en la piel y entra a fondo en los problemas que afectan al Parque Natural. El Lago es, en verano, «un espacio turístico saturado» y, por tanto, los redactores del mismo aconsejan controlar la afluencia de visitantes. La recomendación no es nueva, aunque hasta ahora nunca se ha hecho efectiva. Hacen especial hincapié en la necesidad de limitar «notablemente el número de personas que acceden a las partes más frágiles del Parque», y para ello la solución es no mejorar -ni ampliar- los caminos y sendas que conducen a la sierra para que sólo se pueda llegar en todoterreno.

El PORN es muy claro al denunciar «la maraña» de tendidos eléctricos que se extiende por el Espacio Protegido. Pide que se eliminen las líneas que no sean necesarias y lo mismo demanda en el caso de las construcciones abandonadas y las escombreras no controladas. En lo que más incide es en la necesidad de mejorar la depuración de las aguas residuales de los núcleos de población del entorno del Lago, a pesar del incremento del presupuesto para este fin aprobado por la Junta de Castilla y León en los últimos años. Refiere el documento que «el sistema instalado en las cuatro estaciones depuradoras de aguas residuales -Ribadelago Nuevo, Ribadelago Viejo, campings y playas- no se adapta a las variaciones estacionales de carga que se producen en el enclave turístico».

Capítulo aparte merecen los incendios forestales, que son calificados por los redactores del borrador «como una verdadera lacra para la comarca, y la más importante agresión que sufre el medio, que se ve obligado a un constante rejuvenecimiento de la serie vegetal, perdiendo cada vez un poco del potencial edáfico del ecosistema».

La clave, con todo, del documento está en lo que apuntan los redactores del mismo y que supone la filosofía de cualquier espacio protegido: compaginar la consecución de los objetivos de conservación y protección de los recursos naturales, así como el uso y disfrute público, con el desarrollo de otras actividades productivas, como los usos agrícolas y ganaderos que de manera tradicional se dan en el Parque Natural.

El equilibrio entre el ecosistema y los residentes en el espacio debe ser el objetivo principal del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales. Es difícil, porque los intereses a veces entre la conservación de un ámbito concreto y quienes viven en él chocan si no se han establecido de forma clara las reglas del juego. De ahí la importancia de que Ayuntamientos afectados, representantes sociales, asociaciones y vecinos participen en los próximos meses en el debate público para "redondear" el PORN, antes de su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León.

Es obvio -y justo- que el documento final tenga muy en cuenta a los moradores del espacio porque ellos y sus antepasados han hecho posible que el Lago y sus alrededores hayan llegado hasta nosotros con una biodiversidad tan singular. Por eso deben establecerse las contraprestaciones máximas a las limitaciones imprescindibles que deben imponerse para conservar el Parque Natural. El objetivo debe ser lograr que quienes vivan en el Espacio Protegido estén satisfechos de hacerlo y se sientan unos privilegiados por ello. No que vean limitadas sus actividades agropecuarias y también su modo de vida tradicional, hasta mermar sus posibilidades de desarrollo. El Parque Natural del Lago y alrededores debe seguir siendo una joya medioambiental y sus moradores estar orgullosos -y beneficiarse- de ello.