El aumento constante de las fuentes de energía, el aprovechamiento eficiente de los recursos, la protección del medio ambiente e incluso la situación económica han hecho fundamental la aplicación de políticas en materia de eficiencia energética. Instituciones, empresas y particulares están concienciados de la necesidad de utilizar los recursos energéticos de la forma más eficiente posible, reduciendo para ello el gasto energético. Esto es posible gracias a la mejora de los materiales, pero también a un cambio en el diseño técnico de edificaciones y a la normativa que ha endurecido los requisitos de aislamiento térmico en los materiales empleados en la construcción.

Un buen ejemplo de ello son las ventanas. Antes apenas tenían aislamiento térmico, presentaban fugas de energía y exagerada condensación en los marcos y el vidrio, llegando incluso a producir moho y a originar consumos de calefacción y aire acondicionado exagerados. El nuevo Código Técnico de la Edificación ha establecido criterios más exigentes en cuanto al aislamiento térmico de las viviendas nuevas y de las rehabilitaciones visadas por un arquitecto pero ¿qué ocurre con los miles de ventanas que se cambian cada año?

Muchos consumidores desconocen la existencia de normativa al respecto y cambian sus ventanas únicamente en función de sus gustos o según criterios estétiicos, lo que es un error. Además del aspecto estético hay que hacer hincapié en una serie de elementos técnicos a la hora de seleccionar una nueva carpintería para la vivienda. Hay que valorar la transmitancia térmica de la ventana, su estanqueidad, permeabilidad o aislamiento acústico, entre otros muchos factores.

Las ventanas son, junto a las cubiertas de los edificios las principales responsables de la perdida de energía, por lo tanto una buena ventana, con un buen aislamiento térmico puede reducir el consumo energético de forma considerable al tiempo que mejora el confort y se eliminan problemas de condensaciones.

El ahorro y la eficiencia energética, un requisito imprescindible

La instalación de ventanas de PVC reduce el consumo energético en los hogares un 45% en comparación con las de aluminio y un 15% con las de madera según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña. Se trata además, según los expertos, de un material clave para cumplir con las exigencias del Protocolo de Kioto.

Además las ventanas de PVC contribuyen más que los otros materiales utilizados para la fabricación de carpinterías a minimizar las emisiones de C02 a la atmósfera a lo largo de su ciclo de vida. Las ventanas de PVC reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera en un 161% con respecto a las ventanas de aluminio y un 52% con respecto a las ventanas de madera.

Karpenterium comercializa ventanas de PVC con alma interior de acero zincado. Éste es el producto más utilizado para la fabricación de ventanas en los principales países de Europa y se utiliza con excelentes resultados, desde hace más de 50 años, y su calidad está avalada por la satisfacción de millones de usuarios. La ventana de PVC Karpenterium de diseño y tecnología alemana permanece en perfecto estado de uso durante su larga vida útil y sin casi mantenimiento. Es además resistente a casi todos los agentes químicos habituales hoy día y no produce gases nocivos que contaminan la atmósfera. Al ser una resina sintética es un material inerte por lo que no le afecta la salinidad del mar, es insensible a la humedad, impudrecible y altamente recomendable en ambientes agresivos. Como característica especial también es antibactericida, admite desinfectantes por lo que se recomienda para uso y montaje en hospitales, residencias geriátricas y centros infantiles.

Compromiso con el Medio Ambiente

Las ventanas de PVC Karpenterium son 100% reciclables. Están compuestas en un 100% de PVC y Acero. El PVC es el material que más se recicla en España y mientras las ventanas de este material instaladas en los años 80 aún están a mitad de su ciclo, las de aluminio de aquella época están siendo retiradas para ser sustituidas por ventanas más modernas de aislamiento térmico. La vida de una ventana de PVC es por ello mayor, lo que minimiza su impacto ambiental. En la actualidad, Karpenterium dispone de ofertas para el cambio de ventanas y ofrece un plan renove todo incluido. Cualquier persona interesada puede pasarse por la tienda Karpenterium, ubicada en la avenida Víctor Gallego 22, u obtener más información en el teléfono 980 168 618 o en la página web www.karpenterium.com