Son 35 las localidades que este año presentan sus ajos en la Feria de las Tres Cruces, pero solamente productores de seis de ellas "rascaron bola" en los premios a las ristras y montones, unos premios que coronan a pueblos como Fuentespreadas, Cuelgamures, Jambrina, El Maderal o Villaescusa como los productores de mayor calidad, con permiso de Villabuena del Puente o Fresno de la Ribera que también tienen su representación en el "medallero".

El concurso de montones lo ganó José Ignacio García Gómez, de Fuentespreadas, que se lleva 240 euros, seguido de Dulce María del Caño Vasallo, de Villaescusa (200 euros), Amando Hernández Rodríguez, de Cuelgamures (150 euros), José Bartolomé García, también de Cuelgamures (cien euros), José Manuel Fernández Matías, de El Maderal (80 euros) y Javier Marcelino Toribio Amigo, asimismo de El Maderal (50 euros). Todos ellos llevan también trofeo.

En el concurso de ristras hay más premios, 15, aunque solo los cuatro primeros llevan trofeo. Los 200 euros del primer premio son para Amando Hernández Rodríguez, de Cuelgamures, y los 160 del segundo para su esposa, Rafaela Herrero Simón. El tercero se lo llevó Ángel Cabrero Esteban, de Jambrina (120 euros) y el cuarto Antonio Matilla Sánchez, de El Maderal (80 euros). Del quinto al puesto 15 todos llevan la misma cantidad, 60 euros, y se concedieron, por este orden a Conrado Rodríguez Garrote, de Jambrina, María Ángeles Meléndez Herreros, de Fresno de la Ribera, Jesús Manuel García Chamorro, de Jambrina, Alba Rodríguez Calzada, de Villabuena del Puente, Dulce María del Caño Vasallo, de Villaescusa, Álvaro del Caño Martín, de la misma localidad, Arancha Torres González, de Fuentespreadas, Josefa Vicente Calzada, de Villabuena del Puente, Generoso Pozo Gutiérrez, de Fuentespreadas (que se lleva los premios 13 y 14) y por último José Ignacio García Gómez, de Fuentespreadas.

Del listado de ganadores se deduce que son sagas familiares las que suelen participar en los concursos, o al menos obtener un premio.

Terminada la entrega de los galardones, a la que asistieron el director general de Caja Rural, Cipriano García, la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, el diputado de Agricultura, Gaspar Corrales, y otros responsables institucionales, de la Cámara Agraria y las organizaciones profesionales agrarias, se procedió a la clausura de la Feria del Ajo, aunque todavía quedaba toda la tarde para que los productores pudieran rematar las ventas.

La mañana del domingo resultó positiva tanto por el movimiento de personas como de ventas en la Feria, y se veían muchos montones prácticamente agotados, aunque quedaba aún mucho producto sin vender. La valoración, en lo que a ventas se refiere, puede considerarse positiva, si bien los precios se mantienen prácticamente estables desde hace años: las ristras con cabeza más gruesa a cuatro o cinco euros, las más normales a dos o tres e incluso algunas de menor calibre o peor presentación se podían conseguir hasta por un euro. La tarea para los organizadores de la Feria será arbitrar algún sistema que impida o al menos dificulte, que se abuse de la petición de puestos que luego no se van a ocupar, con el fin de evitar lo ocurrido este año: que haya que colocar a productores fuera de las Tres Cruces cuando en esta había puestos vacíos. Al final el problema se solventó de forma importante, ya que la gran mayoría de los expositores de Cardenal Mella se fueron recolocando en huecos libres de las Tres Cruces, con lo que pudieron paliar lo que podía haber sido una Feria desastrosa para ellos.

Los productores pagan por acudir a la Feria, pero una cantidad muy asequible, de seis euros, que no es disuasoria a la hora de solicitar huecos. Este año también se había limitado el número de puestos por peticionario, pero aún así salieron 477 puestos. Unos problemas organizativos por los que pidieron disculpas los responsables de Caja Rural.