En cualquier evento importante que conciba gente alrededor de una mesa, la vista se nos va siempre al mantel, la cubertería y, como no, el centro de mesa; las bodas son una oportunidad irrepetible para acertar con un elemento original, único y que muchos se quieran llevar a casa. No hace falta invertir una gran cantidad de dinero para que en ese día especial todo cobre protagonismo, incluso los centros para las mesas. Lo ideal es darle un toque personal y evitar recurrir a lo convencional para que los pequeños detalles no pasen desapercibidos.