El MMT Seguros sumó ayer sus primeros puntos de 2015 firmando la sorpresa de la jornada en la Liga Asobal al vencer al Helvetia Anaitasuna por 27-28. Todo un "chupinazo" de los zamoranos, no solo por el mérito que implica derrotar al completo conjunto navarro en su siempre complicado feudo, sino por las formas que los de García Valiente mostraron para alcanzar tal fin, apelando a sus virtudes más valiosas y sacando un altísimo rendimiento a sus modestos efectivos.

El éxito logrado por el MMT Seguros no estuvo ayer en el resultado, sino en su actuación. Recuperó la identidad de su juego alegre e intenso, se reecontró con su carácter luchador e indomable y, soportando la exigencia física del envite, consiguió los dos puntos en un partido en el que se vió obligado a remontar una desventaja de cuatro puntos. Una gesta que, además, contó con un final apoteósico como un gol prácticamente sobre la bocina de Miguel Camino.

El MMT Seguros basó su t riunfo en el dominio de los minutos clave, eso que no fue capaz de lograr ante BM Aragón. Escribió a su gusto la introducción del partido, se mantuvo en pie durante el nudo de la disputa y dictó sentencia en el desenlace del duelo.

Los zamoranos entraron en pista de la mejor de las maneras. Con buena defensa y sólida portería, junto a un pletórico Reyes en los compases iniciales, el MMT cobró una renta de tres tantos al inicio del choque que obligó a Anaitasuna a despertar y trabajar más de lo previsto, empleando fuerzas que acabó echando de menos en el tramo final. Aunque su esfuerzo si tuvo un efecto positivo inmediato, igualar la contienda (6-6) antes del minuto diez de juego.

El empate no alteró la conducta del MMT Seguros. Sus sensaciones eran muy positivas pues el equipo jugaba tranquilo y sin presión, casi deshinibido ante el calor de una grada caliente y animosa que esperaba más de los suyos. Y quizá, por ello, mantuvo la iniciativa durante cinco minutos más, momento en el que apareció el mejor Capón bajo palos.

El meta catapultó a Anaitasuna con sus intervenciones hasta ponerlo por delante en el tanteo (9-8), posición que afianzó en los siguientes minutos gracia a una exclusión de Fernando y un bajón en el rendimiento ofensivo visitante.

Octavio chocó dos veces con el poste y el resto de sus compañeros tampoco se mostraba efectivo pero, en esta ocasión, el MMT Seguros no perdió la calma. Los "Guerreros de Viriato" mantuvieron su orden defensivo y evitaron que la brecha se hiciera más grande de los tres tantos. Una paciencia que la fortuna dejó sin su justo premio pues, aunque los zamoranos volvieran a tomar el mando del choque en los minutos finales, solo pudieron reducir la desventaja al 15-13 con el que se llegó al descanso. Un receso al que se llegó como se pretendía: compitiendo y sin perder la cara al envite.

A la vuelta de vestuarios el equipo local salió más enchufado en defensa y fue más reconocible en ataque, pero el MMT Seguros contestó sin alterarse con sus armas, estableciendo un intercambio de goles que, sin embargo, benefició a Anaitasuna.

Los navarros, tirando de calidad, alcanzaron la máxima de cuatro tantos a los diez minutos de la reanudación. Pero entonces, el blo que "pistacho" apretó los dientes entonces y, tras un acertado tiempo muerto, se negó a seguir canjeando golpes con su rival. Se aferró a su juego, con transiciones rápidas y largas, con pocos riesgos y mucha movilidad. Y con esa apuesta, con esa reafirmación de su identidad sin mirar al marcador, salió vencedor.

El MMT Seguros comenzó a intensificar su presión y a Anaitasuna le entró el "tembleque" que provoca ver tan cerca la victoria. Se estrelló ante un Miranda inspiradísimo en Navarra y la contienda se igualó hasta el punto de bolgiar a Aniz a poner toda la carne en el asador con la entrada de Silva y Lorger.

El primero sostuvo al equipo con sus goles hasta el 26-26 con el que se llegó al desenlace, pero el segundo fue superado tanto por Octavio como por Salinas y no pudo evitar la remontada zamorana que pondría emoción a los dos minutos finales (26-27).

Un periodo en el que Anaitasuna se encomendó a Silva y en el que el MMT Seguros mantuvo el temple, olvidó cualquier tipo de presión y buscó la victoria. Un triunfo que llegó a falta de pocos segundos para la conclusión, tras el empate local y una jugada de estrategia y un rechace que fue a parar a las manos de Camino, quien puso el 27-28 con el que acabó la contienda.