En medio de los nubarrones que de nuevo se ciñen sobre la economía europea en forma de estancamiento económico, se ha puesto en marcha el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) un sistema de vigilancia de las entidades financieras que precisamente intenta dar respuesta a errores importantes que surgieron que se pusieron en evidencia en la crisis financiera y económica en la que aún no estamos inmersos.

Entonces ni las pruebas de resistencia que se realizaron a la mayoría de las entidades ni los organismos supervisores supieron detectar los problemas que llevaron a la nacionalización y rescate de cientos de decenas entidades, no sólo de España, sino del resto de casi todos los países europeos. Además de estos fallos de supervisión también se puso en relevancia la enorme interconexión entre las entidades financieras y los riesgos del efecto contagio. Por ello la importancia de dar una respuesta global a los problemas aunque afecten a una determina entidad o país.

Una respuesta más global que beneficia a los ciudadanos

El Mecanismo Único de Supervisión es parte de esta respuesta global que lleve a que el sistema financiero de la Zona Euro sea mucho más estable evitando perjuicios y aumentando los beneficios al ciudadano. Dentro de esta estrategia está por ejemplo separar por un lado los Fondos de Garantía de Depósitos y su función de garantía del dinero que tenemos en cuentas y depósitos de los mecanismos que garanticen el rescate de las entidades financieras con un fondo separado e independiente.

El tener estas dos funciones no diferenciadas llevo en el caso de España a que el Fondo de Garantía de Depósitos "gastara" sus fondos en los primeros rescates de las entidades financieras, teniendo desequilibrios que fueron posteriormente resueltos gracias a aportaciones extraordinarias de las entidades financieras. Este riesgo, se limita mucho más con la separación de funciones.

Pero esencialmente el cambio más beneficioso para los ciudadanos está en tener un único organismo que supervise todas las entidades financieras de la eurozona que por su importancia se consideran significativas. Una respuesta global no sólo aminora riesgos sino que disminuye el coste, dando más confianza a ciudadanos y empresas y con ello ayudando al crecimiento económico.

¿Evitará el Mecanismo Único de Supervisión futuras crisis financieras? Ese es su complicado objetivo, si consigue al menos aminorar su impacto ya será un logro importante del que nos beneficiaremos todos.