Valladolid, Europa Press / Ical

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reconoció que los resultados educativos de la Comunidad hechos públicos por el Informe PISA se deben a la «profesionalidad, dedicación y vocación» de los profesores así como a la colaboración de las familias y el «esfuerzo» de los propios alumnos en un sistema que, según expresó, «pretende ser de exigencia y no de complacencia».

Según se extrae del Informe relativo a 2009, la región supera la media de la OCDE (492, 496 y 501) y de España (481, 483 y 488) en comprensión lectora, matemáticas y ciencias con 503, 514 y 516 puntos respectivamente.

En los tres ámbitos, Castilla y León se sitúa en los primeros puestos del ranking de las comunidades autónomas españolas, mientras que a nivel global (con 511 puntos) no sólo sobrepasa las medias de la OCDE (497) y el país (484) sino que supera a países «significativos» como Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Estados Unidos o Austria.

Herrera, quien hizo ayer una primera valoración de los datos del Informe, inició su discurso con una referencia a la necesidad de un nuevo modelo económico y social basado en el conocimiento «que se adquiere a través de la enseñanza» así como al cariz económico de esta evaluación periódica trianual, cuyos resultados, como manifestó, se presentan como «clave para el desarrollo».

El resultado, para el líder autonómico, «confirma que en Castilla y León la educación va muy bien» y refleja la «coherencia y consistencia» del sistema regional.

«Estos datos no son fruto de la casualidad estadística ni creemos que, a la vista de la evolución de los últimos años, sean aislados o estén fuera de un contexto de mejora», manifestó, al tiempo que incidió en que «consolidan la tendencia firme de calidad».

Herrera recordó la apuesta de la Comunidad por la calidad y la equidad en el acceso a la educación así como por la política de continuidad y la estabilidad. En este sentido, apuntó que «conformarse» con las cifras positivas «es dormirse en los laureles» y consideró que uno de los mayores «daños» para la Educación es la «falta de fijeza de los marcos normativos» de los diferentes gobiernos.

No obstante, reiteró que los «verdaderos protagonistas del éxito» son los profesores, los alumnos y las familias. De los primeros, valoró el estímulo e importancia que conceden a su propia formación permanente y garantizó el esfuerzo de la Junta para asegurar su estabilidad, rebajar las tasas de interinidad y reforzar su formación continua. Por otra parte, reconoció «el valor del trabajo y el mérito» arraigado en los centros y el trabajo de éstos para mejorar la convivencia y subrayó la relevancia de la estructura familiar como «respuesta» a los momento de crisis así como valoró la implicación de los padres en el proyecto educativo. Juan Vicente Herrera, quien manifestó que Castilla y León «no pretende dar ejemplo a nadie», destacó sin embargo que los buenos resultados «justifican» el modelo autonómico y alabó la existencia de las comunidades para el mantenimiento de servicios básicos como la Educación, cuyas competencias fueron transferidas a la Región en el año 2000. «Hay que defenderlo, al igual que el modelo en Educación, hay que poner la oreja en el territorio y saber qué quieren las gentes», agregó el presidente autonómico, quien abogó por un gran pacto educativo entre las autonomías españolas para «mejorar» los aspectos relativos a esta materia.

Herrera declaró en este sentido que Castilla y León está dispuesta a llegar con el Ministerio del ramo a cuantos acuerdos sean posibles.