La intervención más aplaudida de todas fue la del sacerdote Teo Nieto, sacerdote en Aliste, que diariamente recorre los pueblos más castigados por la despoblación y el envejecimiento demográfico, y que estaba en el Consejo de Dirección abierto en calidad de portavoz de la Coordinadora Rural. Nieto animó a no tirar la toalla en la lucha por revitalizar los pueblos: "El mundo rural está en la UVI, no en paliativos", y propuso actuar en tres frentes.

El primero, el frente cultural para poner en valor la cultura rural en un mundo dominado por lo urbanita, es decir, poner de moda los pueblos como un lugar para vivir, no solo donde hacer turismo. "No nos podemos resignar a ser un coto de caza", apuntó. En segundo lugar, actuar en un frente estructural para lograr un equilibrio entre desarrollo y ecología, desarrollar proyectos que creen empleo sin dañar el medio ambiente, que es el mayor activo del medio rural. Y por último, actuar en el frente administrativo dando unos servicios de calidad como en las ciudades, agilizando la burocracia para facilitar la creación de empresas y mediante la discriminación positiva, porque "un microproyecto en un pueblo no debe tener la misma carga impositiva que una empresa de Valladolid".