La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba dio el lunes su último y emotivo adiós a uno de los más grandes, innovadores y queridos empresarios de "La Raya" de España y Portugal: Manuel López Ratón. Gracias a la familia y a él mismo el progreso pudo llegar y llegó a la zona incluso durante las estrecheces de la Guerra Civil y el hambre de la Posguerra.
Manuel López Ratón nació en la Domez de Alba el día 3 de diciembre de 1926 en el seno de una de las familias más trabajadoras, honestas y queridas de la comarca, formada por Cándido López y Teresa Ratón, fundadores en 1930 de la fábrica de harinas "Río Aliste". Su padre, el emprendedor Cándido, falleció en 1944 dejando a Teresa con cinco hijos: Vicente, María, Manuel, Carmen y Cándido, este con cinco años de edad.
Manolo tuvo así que tomar las riendas, con solamente 16 años, como nuevo cabeza de la familia de "La Viuda", -así se le llamaba al fallecer su padre-, pues su dos hermanos mayores, Vicente y María, estaban en Zamora estudiando. Montado en su brioso caballo comenzó Manuel a llevar los negocios familiares y se le comenzó a conocer en toda la provincia de Zamora cariñosamente como "Manolón".
En 1957 los "López Ratón" adquieren la línea de autobuses de Zamora a Carbajales. Tras ello el transporte se extendía a Muga, Losacino y Vegalatrave, los vecinos de cuyos pueblos colaboraron poniendo la mano de obra para habilitar la carretera. En una tercera fase se extendió hasta su pueblo, Domez, donde también sus paisanos a prestación personal, abrieron senda con la familia López Ratón, incluido Manolo tirando de pico y pala. E 1979 nacía la linea regular de transporte de viajeros por carretera Zamora-Pobladura que extendía sus servicios también a Gallegos del Río, Valer, Bercianos, San Vicente, Palazuelo y Las Torres. Hoy llega a Riomanzanas.
Vegalatrave de Alba está eternamente agradecido a Manuel. La construcción del embalse de Ricobayo y su llenado en 1934 anegó la vega del pueblo y un espacio imprescindible para la supervivencia de la localidad, "La Era", donde se trillaba en verano el trigo, el centeno y la cebada. Los vecinos pidieron apoyo a los López Ratón y Manolo se encargó de negociar con Iberduero, con la ayuda de un abogado amigo de la familia, Félix Pinedo, y Vegalatrave pudo recuperar el uso de la pradera.
Manuel López Ratón se casó a los 27 años con Florentina Garrido Vara, muy conocida por tener su padre una posada y casa de comidas en Gallegos del Río. Tuvieron tres hijos, Cándido, Reina y Manuel, este fallecido en los años 90 en accidente de tráfico. Domez era su debilidad y allí acudía siempre a cuidar su huerto, convivir con los paisanos y a las fiestas de San Justo y Pastor.
