La rosca de pan con anises, la bendición de animales o las procesiones que preside la imagen del santo titular, san Antonio Abad, son costumbres y ritos que acompañan a la celebración de san Antón y a lo que ayer en Arcenillas se unía la algarabía de los cuatro quintos que este año acababan con la ausencia de mozos de los últimos tiempos y protagonizaban buena parte de las fiesta.

Con el "Viva a los quintos" concluía la primera actividad que inauguraba la jornada en Arcenillas, la misa que oficiaba el párroco Joaquín Redondo, ensalzando las virtudes del patrón, cercano en su tiempo a todo el mundo que lo necesitara y un gran defensor de la iglesia. "Vamos a pedir al señor que por mediación de San Antonio fortalezca nuestra vida".

Pasaban las doce y media de la mañana cuando arrancaba la procesión desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y en la que los cuatro quintos portaban la talla de San Antonio Abad.

Daniel Barbero, Javier Bragado, Marina Fernández y Clara Llamero oficiaban de cargadores vestidos con la clásica capa negra, una prenda típica de esta festividad en este pueblo y con la que ayer se adornaban muchos de los fieles que se daban cita en la plaza.

Con la bendición de animales y el vermú concluía el primer tramo del día al que seguía ya en horario de tarde la sanantonada que se servía en las dependencias del salón municipal.

La jornada amaneció brillante, con un sol radiante que favorecía la presencia en la calle y las procesiones, aunque sin descuidar la ropa de abrigo. Arcenillas festejó San Antonio con gran devoción y hermanamiento.

En otro de los pueblos de la zona, en Cuelgamures, donde también es fiesta local, la celebración se ha trasladado al sábado 20 con la intención de que pueda participar más gente de un programa que inauguran los jóvenes pidiendo el aguinaldo desde bien tempranito, y a la que sigue a las doce y media la misa, procesión y subasta de los productos culinarios que se han recogido durante el aguinaldo, mientras que por la noche la orquesta Breixa Band será la encargada del baile.

Granja de Moreruela también celebró ayer la festividad de San Antón con la correspondiente misa y procesión. Otro momento estelar tuvo lugar con la subasta de productos e incluso de un gallo. La jornada culminó con una gran alubiada.