La quintada "El Petardazo", de Fermoselle, cumplió los pasados días con los compromisos tradicionales de llevar las riendas de la animación y de la ilusión en la villa, y lo hicieron respaldados por los establecimientos y del propio Ayuntamiento que colaboran, de uno u otro modo, para que los protagonistas puedan llevar adelante sus propósitos con éxito.

El colectivo está formado por dieciocho jóvenes que, como es costumbre, el día 4 de enero recorrieron los establecimientos públicos de la villa para solicitar una ayuda que les permita financiar o amortiguar los gastos de las actividades programadas.

El día 5 protagonizaron la cabalgata de Reyes en el transcurso de la cual repartieron una importante carga de caramelos y en que trabajaron de forma concienzuda para tratar de conseguir el espectáculo, la luz y el sonido de villancicos digno de esta efemérides.

La cabalgata culminó con la entrega por parte de los Reyes Magos de los regalos a los más pequeños, en el salón del Consistorio.

La noche no pudo estar más animada en el Marqués de la Liseda, donde se contó con un DJ y se protagonizó un show de striptease. La buena marcha se prolongó hasta altas horas de la madrugada cuando se decidió empalmar con la tradicional pedida de Reyes por todas las casas de Fermoselle a los sones de una charanga.

Orquesta y sorteo

En la noche del día 6, durante la actuación de la orquesta, la quintada procedió a sorteo de papeletas de quintos con premios como cena gratis, jamón, TV, table y caja sorpresa.

Para crear mayor atmósera y quedar a un buen nivel los quintos recurren al uso de cohetes, petardos e incluso a los fuegos artificiales en momentos especiales de la Navidad.

Los quintos, cuya edad marcha acorde al siglo puesto que nacieron en el año 2000, lucen para la ocasión capas que tienen su historia "y van de generación en generación" porque en todas las casas de la villa se guardan estas prendas por su valor y utilidad para cumplir, entre otros momentos, con la tradición de quintos.

El pueblo de Fermoselle siempre se muestra muy solidario con los quintos porque es una tradición de largo pasado, aunque, según fuentes locales, hasta hace pocos años solamente participaban los hombres que trataban con así sacar dinero para marchar a cumplir con el servicio militar.

Para compartir los importantes gastos derivados de las actividades oganizadas la quintada suele hacer una cena solidaria con otras quintadas. La celebración de los quintos permite a los jóvenes disfrutar de un encuentro entrañable. Este paso a la mayoría de edad lleva a algunos protagonistas a regresar a la villa de Arribes desde Madrid, Barcelona y otros destinos. Quieren formar parte del grupo y participar en una tradición que da vida y dignifica a la capital de Arribes del Duero.