La Filandorra ha vuelto a correr y hacer correr a vecinos y visitantes por las calles de Ferreras de Arriba. Antes de las diez menos cuarto de la mañana comenzaban los preparativos en casa de Atilana Folgado, "como todos los años", para los protagonistas del día Marcos Canas Otero (Filandorra), Juan José Baladrón Peral (Demonio), y los debutantes Rubén Villar Andrés (El Guapo) y David Villar Ferreras (La Madama).

El recorrido se ha iniciado en la calle Los Álamos con la visita a las primeras casas abiertas y con los primeros chavales acompañantes dispuestos a correr y a coger caramelos. La Filandorra va dejando tras de sí un rastro de carbonilla en los rostros de los vecinos, y entre los más esquivos o los más familiares unos sonoros correazos. El mal tiempo hizo que Guapos y Feos gastaran su tiempo en el interior de las cocinas, al calor de las lumbres encendidas que ahumaban a buen ritmo. Hasta el Diablo bromeó con imprimir velocidad al recorrido al montarse en una moto estacionada en una de las calles del recorrido.

En la calle Melilla se repartieron unos pocos palos y unas contadas carreras, antes de dirigir los pasos hacia el entorno de la plaza de la Iglesia. A medida que se acercaban a la calle principal aparecía más chavalería. Los mayores del pueblo no perdían la costumbre de agasajar a los cuatro muchachos con su aguinaldo y su tentempié.

El calor estaba a buen recaudo en las sopas de ajo que se repartieron en la escuela a mitad de la mañana, acompañadas de chorizo cocido regados abundantemente. Aunque el día era propicio para quedarse en casa, La Filandorra ya se encargó de sacar a los jóvenes de la cocina.