Al menos siete ovejas muertas y otras dos heridas es el balance dejado por un ataque de lobos en tres ganaderías de Fresnadillo de Sayago.

El ataque se produjo, al parecer, en la tarde del domingo y fue observado por unos cazadores que, aunque no vieron al predador o canidos, se percataron del mismo por el espanto de las ovejas, según precisa uno de los afectados, Eduardo Herrero.

La Guardería Medioambiental ha certificado que son lobos los autores de esta nueva matanza de ovejas en un territorio que lleva contabilizadas decenas de muertes en los dos últimos años.

En esta ocasión el lobo atacó primeramente el rebaño de Juan Manuel Garrote, luego sufrieron otros asaltos los rebaños de Eduardo Herrero y de Andrés Manso, con el resultado de dos ovejas muertas y una herida en cada explotación.

Se da la circunstancia que Frenadillo de Sayago es uno de los escenarios elegidos por los técnicos de la Comisión Europea de Medio Ambiente para conocer in situ y de primera mano la realidad y percibir la convivencia del lobo y de la ganadería. Allí pudieron contemplar el paisaje y la forma de pastorear el ganado. Todos los ganaderos afectados en esta ocasión por el ataque lupino cuentan con un cañón de gas que dispara cada un determinado tiempo, aunque no disponen de mastines.

Eduardo Herrero considera que en esta ocasión el ataque no ha podido ser llevado a cabo por un solo ejemplar a juzgar por las distancias que se dan entre unos y otro rebaños.

Por otra parte, también el ganadero de Tudera José Luis Pascual, ha sufrido de nuevo la muerte de un cordero recién nacido por el ataque de los cuervos. Esta especie lleva matándole más de una decena de crías a lo largo del presente año. "Esto es un sin vivir" expresa el ganadero, que repara además en la situación de sequía y en los daños que provoca el jabalí en los sembrados.