"La caída de la cobertura de telefonía móvil y fija, cada vez más habitual en la mayoría de los pueblos alistanos, está poniendo en peligro servicios tan esenciales como la garantía de las prestaciones sanitarias en casos tan preocupantes como las urgencias". Así lo creen los vecinos cansados del sivivir al que se están enfrentando a lo largo del último año con una deficiente señal que, nadie lo entiende, sin saber el porqué, se convierte en muy deficiente o nula.

Los cortes son habituales incluso en la población más grande, Alcañices. Esta semana el problema ha surgido en el municipio de Gallegos del Río, donde durante cuatro días seguidos la cobertura se vino totalmente abajo. El problema, incomprensible, está en que tanto Gallegos del Río como Valer disponen de dos modernos repetidores, de muy alto coste económico, que dejan de funcionar.

En un medio rural donde la mayor parte de la población es de la tercera edad, con muchos octogenarios y nonagenarios que tienen al teléfono como su único medio de salvación para comunicarse con los familiares o los centros de salud en caso urgencias médicas, la ausencia de cobertura se está convirtiendo en un auténtico problema de vida o muerte. Durante las mañanas médicos y ATS pasan consulta en los pueblos y allí es donde ha de llamárseles en caso de urgencia y ellos han de pedir ambulancias si es necesario, algo imposible cuando la cobertura falla a diario y muchas horas.