El Santísimo Cristo del Campo de San Vitero congregó ayer en su histórico santuario a cientos de devotos de España y Portugal llegados para colocarse bajo su protección en una tradición que se mantiene desde hace dos siglos y medio. Este año, el día 14, se cumplen 250 años desde que el papa Clemente XIII, en 1767, concedía las indulgencias y gracias cuando la Ermita del Cristo "era la mejor de la Jurisdicción". El sacerdote Teo Nieto Vicente ofició la misa que contó también con procesión.