Pocos pueblos pueden presumir de un signo de distinción tan emblemático como el de Pereruela de Sayago con sus cacharros. "Este barro es único en el mundo" presume la alfarera Marisol Garrote. Solo así se entiende el empeño en mantener "a toda costa", en palabras del alcalde Jesús Carnero, la feria de Alfareruela que ayer cumplía su IX edición por primera ver huérfana del paraguas de la Diputación, la institución que la impulsó en sus orígenes con el apoyo del Ayuntamiento perigüelano.

Este año las cosas han sido diferentes. Solo había que ver el plantel de autoridades para comprobar la ausencia del equipo de gobierno de la Diputación. Un vacío que suplieron algunos alcaldes sayagueses -Bermillo, Moralina o Moral-, el diputado socialista Eduardo Folgado y el inquebrantable apoyo de la Caja Rural de Zamora, que no solo se mantiene intacto sino que su representante, Feliciano Ferrero, animó a "olvidarnos de personas y de partidos para apoyar todos al pueblo y a los alfareros, que son el alma de la feria. La unión hacer la fuerza" clamó entre los aplausos del público.

Ciertamente, fuera por el desmarque de la Diputación y el apremio del Ayuntamiento al asumir en solitario este año la organización, la realidad es que Alfareruela adoleció de la participación de otras ediciones. Trece puestos -apenas la mitad de las diez industrias locales-, alfareros de Moveros, Muelas del Pan, Portugal, León o Extremadura, se mantuvieron fieles a una feria más importante por su simbolismo, en el pueblo del barro, que por las ventas que genera.

"Suele ser floja, necesitamos que venga la gente de Zamora porque en los pueblos quedamos pocos, pero basta que nos llamen y que sea en un pueblo alfarero, pues tenemos que apoyarlo" expresaba Mª Carmen Pascual, de Moveros. "Es una buena iniciativa y haya que seguir respaldándola porque nuestra alfarería es única, lo que pasa es que la fecha igual no es la más adecuada" indicaba otra alfarera.

Una idea, la de adelantar la feria, que ya contempla el Ayuntamiento. Marisol Garrote apostaba por la referencia del 19 de julio, que es la fiesta de los alfareros, para hacerla coincidir con el fin de semana más próximo. El propio alcalde Jesús Carnero apoyaba la idea de acomodar a julio Alfareruela buscando el mayor éxito a una iniciativa "que a partir de ahora va a organizar e impulsar el Ayuntamiento porque, sin olvidar la agricultura y la ganadería, es la industria más floreciente de Pereruela y genera más de cien puestos de trabajo directos e indirectos". Tras destacar el apoyo de Caja Rural, Carnero apeló a la unidad de los alfareros "para conseguir una marca de calidad que va a repercutir en el mantenimiento de nuestras industrias y en el desarrollo del pueblo".

Una muestra del respaldo municipal es el incremento de la cuantía de los premios a los mejores cacharros, con 400, 250 y 150 euros para el 1º 2º y 3º respectivamente. Los ganadores de este año fueron Francisco Pascual Prieto (Moveros) con una pieza llamada caracolera. El segundo para César Rodríguez Ramos (Arroyo de la Luz-Cáceres) con el tarro de ordeño, y el tercero para la industria local "El Alfar" con la tinaja. La actuación del grupo de baile de Pereruela, demostraciones de alfareros y una degustación de arroz a la zamorana completaron un programa que coronó el cuentacuentos José Luis Gutiérrez "Guti" con "Historias del serano".