El calor y el gentío marcaron ayer el desarrollo del primer festejo taurino celebrado en Argujillo con motivo de las fiestas patronales de Nuestra Señora. El encierro, miscelánea de campo y urbano, congregó un año más desde las diez de la mañana a cientos de aficionados ávidos de disfrutar del espectáculo celebrado en torno al prado de La Reguerina.

Más de ochenta caballistas llegados de todos los puntos de una comarca sumamente taurina sortearon a lomos de sus equinos las arrancadas de los dos bravos astados procedentes de la acreditada Ganadería Moreno Vicente de Pelarrodríguez (Salamanca).

No obstante, en el ecuador del festejo los dos toros se distanciaron durante un prolongado periodo de tiempo para respeto de los caballistas y tedio de los espectadores. "Estaba uno en cada sitio en medio del prado y la gente se aburrió un poco durante el parón", analizaba el experto aficionado Juan Pascual, quien también destacaba la notoria presencia tanto de los morlacos como de los bueyes. Debido a las altas temperaturas y a la fiereza de los astados, los bueyes tan solo pudieron conducir con éxito a uno de los novillos hasta el trazado urbano de la calle Jerónimo Aguado -donde se pudieron ver atrevidos cortes- en tanto que el otro de los morlacos permaneció en el prado.

Los amantes taurinos volverán a tener hoy una cita en Argujillo a partir de las diez de la mañana con el segundo y último encierro mixto en el que se espera aun más presencia de público, según el alcalde de la localidad, Manuel de la Rocha.

Un encierro ecológico, los hinchables y la fiesta de la espuma clausurarán hoy las fiestas en honor a Nuestra Señora iniciadas durante la madrugada del pasado sábado con el pregón y la ruta de la limonada.