En 1980 el Ministerio de Agricultura catalogo a la zamorano-leonesa de protección oficial y en 1987 en peligro de extinción, categoría que ha mantenido los últimos durante los últimos 30 años. El punto de inflexión en el mantenimiento llegaba en 1995 con la creación de la Asociación Nacional de Criadores "Aszal" que ha realizado una magnífica labor consiguiendo los objetivos de pureza, selección y fomento. Desde ese año se comenzaron a recibir ayudas comunitarias para preservarla. El Libro Genealógico se creo en 1995 por parte de la Junta.

Según Aszal, "la problemática principal de la raza, coincidente con la del medio rural español, es la elevada edad media de sus propietarios, la relación con al economía de autoabastecimiento de estos y el escaso número de nacimientos debido a la edad media de las asnas madres, así como a problemas reproductivos y sanitarios".

Aszal esta presidida por Víctor Casas, siendo vicepresidente Adolfo Garzón, secretario técnicos Jesús de Gabriel y vocales Alfredo Calderón , Miguel Seco y Luis Santamaría. La técnico veterinaria es Esperanza Domínguez, la administrativo Anun Martín y el cuidador de animales Pablo Villarejo.