El Cristo de Marzo abría ayer sábado de par en par las puertas del calendario de romerías populares transfronterizas de España y Portugal, un auténtico rosario de celebraciones que a lo largo de la primavera y del verano cultivarán, como llevan haciéndolo durante siglos, la hermandad y la convivencia entre alistanos y trasmontanos. Devoción sentida y rezos sinceros, ofrendas y procesiones, folclore de pauliteiros y gaitas, ferias y mercados a la vera de uno y otro lado de la Raya. La convivencia hecha esencia y tradición en su estado más puro.

El mítico e histórico santuario campestre abría sus puertas por la mañana dando cobijo a los devotos que hasta allí acudieron a hacer sus ofrendas, entonar sus rezos y realizar sus peticiones.

Una antigua tradición enraizada desde hace al menos 417 años, -se tiene constancia de su existencia en 1600-, aunque la ermita de la Vera Cruz no pasase a ser también denominada del Santísimo Cristo del Campo hasta 1691 cuando el papa Inocencio XIIn mediante una bula pontificia unía las cofradías de la Vera Cruz y Santísimo Cristo del Campo: "Para mayor veneración de tan milagroso Señor y por mejor cumplir las obras de misericordia y ganar los jubileos a estas cofradías concedidas".

La tradicional procesión con San José salio a la campiña en un soleado día arropado por sus devotos bajo los sones de "La Charambita de Aliste", para continuar luego con la misa oficiada por Teo Nieto Vicente.

La primavera llega y con ella los alistanos se centran en el laboreo y siembra de las huertas para el autoconsumo. Como ya es habitual las patatas para siembra volvieron a ser las grandes protagonistas del mercado levantado al calor de la romería. Las preferidas las holgazanas, para los pueblos que cuentan con ríos y riegos, seleccionadas, a 28 euros el saco.

El pulpo recuperaba su protagonismo de antaño y los romeros pudieron ver a las pulperas preparar el preciado producto de los mares y luego degustarlo. Históricamente fue uno de los protagonistas de la romería y San Vitero y las autoridades van a apostar fuerte para que vuelva a serlo.

El mercado volvía a estar muy animado con multiples alternativas de ver, regatear y comprar.Los productos típicos de la tierra como la miel brillaron con luz propia en el recinto ferial. Aliste cuenta con grandes y sabrosos manjares dignos de saborear.